¿Se podría haber evitado la tragedia del hotel de Bariloche?

"No hay que hablar más de desastres naturales porque es normalizar una situación que se podría haber evitado", dijo una especialista.

Tras la tragedia que se produjo en uno de los hoteles del complejo Huinid, en el oeste de Bariloche el lunes por la tarde, el interrogante que pesa hoy sobre la justicia y las autoridades es si el incidente que terminó con la vida de tres personas podría haberse evitado.

La doctora en Ciencias Ambientales Manuela Fernández fue contundente al afirmar que el alud se podría haber evitado. «Uno puede predecir la magnitud de una amenaza. Si hablamos de un terremoto, un especialista en geología evalúa el peligro y realiza un mapa de peligros que se divide en alto, medio o bajo. Se cuantifica y se analiza el evento natural», explicó.

«Hablamos de catástrofe -añadió la especialista en gestión de riesgos de desastres- cuando se combinan tres elementos: un peligro (en este caso, las precipitaciones), una población expuesta que se encuentra en la trayectoria de ese evento y que, además, es vulnerable. Entiendo que, en este caso, hubo estudios geológicos en cuanto al peligro que alertaban de la magnitud del evento. Se produjo una catástrofe porque se construyó de una manera insuficiente frente al peligro cuantificado«.

Dijo que al ver las imágenes de Huinid, se puede pensar que la falla estuvo en el muro de contención. «El agua se acumuló detrás del muro y no drenó, provocando primero la ruptura del muro y luego el deslizamiento, una remoción de masa de tierra provocada por la ruptura del muro en un lugar de pendiente con gran acumulación de agua», detalló.

Estos deslizamientos son problemas recurrentes en Bariloche a raíz de la expansión urbana y la ausencia de políticas para poner en marcha herramientas geoambientales.

Fernández aclaró que es incorrecto hablar de una causa natural o un desastre natural, como se suele mencionar. «El alud es natural; el desastre es causado por la intervención del hombre. Es social. No hay que hablar más de desastres naturales porque es normalizar una situación que se podría haber evitado», advirtió.

Recordó que ante una obra, «el riesgo cero no existe». «Es un horizonte. Uno trabaja y se prepara y, las medidas son consecuentes al peligro que tengo enfrente. ¿Qué queremos proteger y cuánto estamos dispuestos a invertir? Es una decisión política», indicó la investigadora de IFAB (Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias Bariloche), que depende del INTA y el Conicet.

Años atrás, un grupo de investigadores elaboraron un mapeo de sensibilidad ambiental en la cota 900 del cerro Otto. Lograron identificar el problema (muy similar al de Villa Huinid) y elaboraron un diagnóstico que fue entregado a las autoridades. De modo que información técnica hay, solo que no se le presta atención.

«Si hay normativa y se construye igual, algo está pasando. En nuestras sociedades, vivimos confrontados a distintos eventos, como inundaciones o sismos. Siempre hay eventos naturales. La clave es reducir esa vulnerabilidad», planteó Fernández y puso como ejemplo a las regiones sísmicas que no se dejan de habitar sino que se construyen viviendas antisísmicas y se elaboran sistemas de alerta.

«Ante un evento, se presta atención a la emergencia; después viene la etapa de reconstrucción donde hay que poner el ojo. No deberíamos construir o reconstruir en las mismas condiciones en que se originó este desastre. Sin embargo, es un error que se repite».

En la tragedia reciente que envolvió a Bariloche, Fernández consideró que «la deforestación es un gran agravante porque los árboles cumplen la función de fijar el suelo y limitar la erosión. Se deforestó y no se tomaron medidas de mitigación consecuentes. Se podría haber prevenido con un correcto ordenamiento territorial y el cumplimiento de las leyes ambientales».

-¿Lo que ocurrió en Huinid es un llamado de alerta para otros sectores vulnerables de Bariloche? -preguntó este diario.

-Hay que mejorar las medidas estructurales que se relacionan con cualquier construcción física para reducir o evitar los posibles impactos de los peligros. Pero también las medidas no estructurales que se relacionan con conocimientos, políticas, leyes, concientización pública, capacitación y educación para casos de desastre, prevención y preparación -respondió.

La secretaria de Protección Civil de Bariloche, Patricia Díaz, recalcó que cayeron 90 milímetros de precipitaciones en solo 12 horas, al término del procedimiento para rescatar los cuerpos de los turistas uruguayos que se encontraban desaparecidos desde el lunes a la noche.

«Sin duda, la lluvia, con el peso, condiciona el epidosio. Pero se pueden tomar medidas en una obra, como taludes para disminuir la pendiente. Se podría haber pensado en barreras naturales como dejar ciertos árboles o ir intercalándolos», expresó Fernández.


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