Streaming del CONICET: así es la carrera de la Universidad del Comahue que forma investigadores marinos

La carrera es relativamente nueva y es única en el país. Por su oferta, año tras año llegan estudiantes de toda la Argentina para estudiar en San Antonio Oeste.

Corales de aguas frías, estrellas de mar, crustáceos y peces de profundidad son algunas de las maravillas que muchos pudieron disfrutar desde la comodidad de sus casas gracias a la expedición marina del CONICET. Un fenómeno que no solo captó la atención de muchos, sino que causó que se preguntaran dónde estudiar para realizar una actividad de estas en el futuro.

Sin dudas, la mejor respuesta es en la Universidad del Comahue debido a que es la única licenciatura en biología marina de todo el país.

El decano de la Facultad de Ciencias Marinas de la UNCo, Matías Maggioni, explicó que la casa de estudios cuenta con una trayectoria que combina la investigación con la formación académica. “Nosotros acá en San Antonio Oeste tenemos una sede que se originó a partir de la investigación en ciencias marinas, con el Instituto de Biología Marina y Pesquera Almirante Storni, creado en 1974 mediante un convenio con la provincia de Río Negro”.

La carrera en Biología Marina se consolidó a partir del año 2009, cuando se creó la licenciatura que, asegura el decano, “es la única en toda Argentina que otorga este título”. “Eso nos posiciona en un lugar único y hace que chicos de todo el país nos miren”, agregó.

La facultad de Ciencias Marinas actualmente cuenta con la carrera de Biología Marina y la Tecnicatura en Producción Pesquera y Maricultura.

El título de Biología Marina permite al egresado desenvolverse en el campo de la investigación científica y en la práctica profesional relacionada con el manejo de los recursos pesqueros y de los ecosistemas marinos en del país y en el exterior.

En los primeros años, las materias troncales como Biología, Química, Matemática y Física se complementan con asignaturas que introducen al mundo marino, como Geología Marina, Botánica Marina, Invertebrados y Vertebrados Marinos. Más adelante, se profundiza en áreas como Ecología, Genética, Fisiología y Oceanografía, y se suman algunas con herramientas técnicas como cartografía, navegación, sensores remotos y sistemas de información geográfica, que completan el perfil de formación profesional.

En esta carrera se adquieren amplios conocimientos sobre los fenómenos oceanográficos que gobiernan los procesos biológicos en el mar y sus métodos de estudio. Además, muchas de las tareas de investigación se realizarán en el ámbito del Golfo San Matías, uno de los ambientes marinos con mayor diversidad de vida del mundo.

Actualmente, la facultad cuenta con alrededor de 450 estudiantes activos, siendo la licenciatura en Biología Marina la que mayor cantidad de alumnos tiene. “Tenemos un ingreso anual de entre 80 y 90 estudiantes, y aproximadamente 10 a 12 se gradúan cada año. Hoy ya somos cerca de 60 graduados”, detalló.

El vínculo con la investigación también es clave: “Acá en San Antonio trabajamos en conjunto con investigadores del CONICET, de la Universidad y de la provincia. No somos la misma institución, pero colaboramos estrechamente en proyectos y campañas de investigación marina”, explica.

Además, el decano destacó las facilidades para la formación práctica en el Golfo San Matías: “Tenemos laboratorios dentro de la unidad académica, y a pocos pasos, el laboratorio natural: la playa, la bahía, el golfo. Los estudiantes pueden salir a hacer prácticas directamente en el mar, lo que les encanta”.

Sobre las expectativas para las próximas inscripciones, Maggioni se mostró optimista. “Este año tuvimos cerca de 90 inscriptos y entre 120 y 130 en la primera inscripción. Siempre estamos ahí en boca, con números estables”, comentó.

Por último, el decano recordó que la oferta laboral es amplia, tanto en el país como en el exterior. «La mayoría de los graduados están trabajando en proyectos de investigación, muchos con becas en el exterior. Eso habla bien de la carrera y nos posiciona favorablemente para el futuro”.


Corales de aguas frías, estrellas de mar, crustáceos y peces de profundidad son algunas de las maravillas que muchos pudieron disfrutar desde la comodidad de sus casas gracias a la expedición marina del CONICET. Un fenómeno que no solo captó la atención de muchos, sino que causó que se preguntaran dónde estudiar para realizar una actividad de estas en el futuro.

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