Un corazón nuevo late para Franco: el chico de Roca que volvió a nacer tras un trasplante

La donación de órganos salva vidas y Franco es testigo de que no es un simple lema, es una realidad. El llamado llegó para él en el peor momento y el roquense fue uno de los afortunados. ¿Cuántas personas están en lista de espera cardíaca en el país?

Franco Orellana tiene 24 años y a partir de ahora, una nueva vida por delante. Hoy late en él un corazón nuevo, una nueva oportunidad. Es de Roca y vive en las 210 Viviendas, pero está en Buenos Aires en rehabilitación tras una cirugía de trasplante que atravesó hace un poco más de un mes. 

El 25 de junio recibió una donación de corazón en el Hospital Italiano de Buenos Aires tras una exitosa cirugía y hoy se recupera con controles periódicos hasta estar listo para volver a su hogar, en Río Negro. La alegría del joven tras despertar con corazón nuevo fue inconmensurable.

Antes de «volver a nacer», previo a la operación, Franco era un chico como cualquiera, trabajaba y también estudiaba. Es estatal, administrativo en la supervisión de nivel primario de Educación de Río Negro y cursaba la carrera de Administración de Empresas en una institución privada de la ciudad. 

«El día que me que me avisan del trasplante sentí emoción (…) Fue todo alegría, hasta entrar al quirófano que me durmieron iba muy feliz porque sabía que era una nueva una nueva etapa, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que te dan para para vivir», se emocionó el joven en diálogo con RIO NEGRO.

«El 24 de junio a las 22 horas recibí la gran noticia de que comenzó el operativo para trasplante de corazón. A las 2:30 de la madrugada del día 25 de junio ingresé a quirófano», recordó con fecha y hora exactas el gran día, como un nacimiento.

Fueron siete horas entre la vida y la muerte en el quirófano. A las 09:30 salió y permaneció intubado 24 horas. «Desperté el día 26 de junio a las 9, con una evolución favorable y una recuperación muy rápida», contó. A los dos días estaba sentado en un sillón y haciendo ejercicios en una bicicleta. Ya no no tenía nada conectado. En ese momento, empezó la recuperación.

Todo sucedió en solo seis meses. El problema de salud se desencadenó en diciembre del año pasado luego de unos dolores de panza. Después de una serie de estudios se supo que el joven tenía ser operado de la vesícula. El 15 de diciembre fue sometido a esa cirugía en la Clínica Juan XXIII de Roca. Recibió el alta pero luego de una semana empezó con retención de líquidos. En ese momento los análisis arrojaron el peor panorama: Franco tenía una insuficiencia cardíaca aguda y la única terapia que se avizoraba era un trasplante.

La espera


En febrero, Franco fue derivado a la Ciudad de Buenos Aires para una evaluación pre trasplante. Luego de varias idas y vueltas con la Clínica Favaloro y su obra social, el 12 de abril consiguió turno para una consulta en el Hospital Italiano.

Allí quedó internado en la Unidad Coronaria. Luego de la realización de varios estudios, el 26 de abril entró en la lista de espera de Incucai. «Por decisión de los médicos, el día 30 de mayo me colocaron un balón de contrapulsación, que le da estabilidad al corazón y ayuda a que funcione de la mejor manera», comentó Franco.

Finalmente, tras varios estudios se determinó el 8 de junio que debía entrar a la lista de emergencia del Incucai, lo que da el estatus de prioridad al paciente, en el caso de que tramplante sea uno de los primeros. Y desde ese momento, bastaron 16 días para que llegue el afortunado llamado que le devolvería la esperanza a Franco y su familia.

Es inexplicable lo que se siente recibir semejante muestra de cariño de tantas personas y lo fundamental que fueron en el día a día para nunca decaer»

Franco Orellano, joven de Roca trasplantado de corazón

«La espera en sí fue larga, fueron dos meses», dijo Franco, aunque dijo que recibió una excelente atención y dedicación por parte de todo el equipo del hospital porteño, donde le dieron asesoramiento y ayuda constante todo el equipo de enfermeros, médicos, kinesiólogos y psicólogos. «La verdad la humanidad que tienen en este hospital es increíble», analizó Franco.

Foto: gentileza

No todo terminó ahí, porque a la semana le descubrieron una bacteria en el intestino y comenzó un tratamiento con antibióticos por 10 días. El día 15 de julio recibió el alta, después de tres meses internado. En el hospital armó su rutina luego de estar tanto tiempo. Se levantaba, desayunaba, se bañaba, salía a caminar.

«Mi familia siempre estuvo al lado mío», contó Franco quien agradeció a todos los roquenses y rionegrinos la ayuda y la calidez para todo lo que se necesitó; pero sobre todas las cosas al donante y su familia.

El miedo a la muerte


«Desde lo personal, cuando te dicen que tenés que enfrentar a un trasplante de corazón es bastante duro y te da miedo sobre todo con respecto a la muerte. La cabeza lo asume así y estás al límite», relató Franco. El mejor antídoto para disipar los temores fue el apoyo de los seres queridos y los profesionales.

Hoy, a un mes del trasplante, Franco se siente bien y el corazón está respondiendo rápido, tal cual lo esperado, según los controles. Los primeros días sentía un plus energético, contó Franco, y no sabe se tiene que ver con una sensación psicológico o emocional. «Debe ser por esta encrucijada que te toca vivir entre la vida y la muerte, calculo que te ablanda un poco y te toca lo sentimental», balanceó hoy.

La ansiada vuelta a casa


Ahora, deberá quedarse mínimo un mes más en Buenos Aires para continuar con los controles y si todo marcha bien, en septiembre podría ser la ansiada vuelta a casa.

Durante un año deberá cuidarse en un proceso paulatino hasta volver a la normalidad. «Tengo pensado volver a trabajar, retomar los estudios y la vida que tenía antes y disfrutar de esta nueva oportunidad que me dieron», reflexionó Franco.

Preocupado porque esto no sea una noticia más que pase al olvido y generar conciencia sobre esta forma de salvar vidas. «Como dice el lema: Donar órganos es dar vida», cerró Franco.

Más personas en lista de espera


Según el reporte de Sistema de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina, al 31 de julio hay 9965 personas en lista de espera de órganos y tejidos, de las cuales 164 esperaban un corazón. De los 164 pacientes, tres son de la región, dos de Neuquén y un paciente de Río Negro (en urgencia).

Además, 114 de esos pacientes en espera están en lista de emergencia, de los cuales 16 esperan un trasplante de corazón incluyendo el paciente rionegrino.


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