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Un estudio revela cómo es la calidad del lago Nahuel Huapi

Profesionales del Inibioma analizaron 29 zonas del lago y detectaron que solo un 2% se encuentra “muy alterada”. Los sectores más urbanizados y la cercanía a la planta depuradora de Bariloche en la mira de los investigadores.

Las costas prístinas prevalecen en el lago Nahuel Huapi. Sólo un sector que representa el 2% de todo el perímetro se encuentra “muy alterado” y un 17%, “alterado”. Estos datos corresponden al informe de conservación del estado del Nahuel Huapi que elaboró el Inibioma (Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente), que depende de la Universidad Nacional del Comahue y el Conicet.

Durante esta investigación, se creó un índice de costas en base a parámetros paisajísticos y de infraestructura que permitió relevar 29 sitios distribuidos a lo largo de toda la margen del lago Nahuel Huapi.

El estudio demostró que toda la zona de desarrollo urbano alrededor del espejo de agua, en especial el sector de Bariloche, muestra diferentes grados de impactos que no representan una alarma, pero sí en “una luz amarilla”.

El director del Inibioma, Esteban Balseiro, recalcó que “es la primera vez que se hace un estudio de estas características para evaluar el estado de las costas, partiendo del punto de que no están impecables”. “Ya hubo estudios de este tipo -aclaró-, pero no con este alcance, ni con la variedad de parámetros que tomamos ahora”. Destacó que la información permitirá tomar medidas de prevención para minimizar los impactos.

El informe elaborado por Nicolás Martyniuk, Florencia Cuassolo, Marcela Bastidas Navarro, Verónica Díaz Villanueva, Beatriz Modenutti y Balseiro tomó casi tres años.

Las 29 zonas analizadas fueron seleccionados a partir del análisis de imágenes satelitales. “No fue al azar. Conocemos el lago y los sectores mas alterados, pero intentamos cubrir todas las zonas de un lago tan grande”, explicó Balseiro.

Respecto a las zonas de alerta (2%), el investigador superior del Conicet consideró “si bien es una fracción relativamente chica, es necesario tenerla en cuenta. Hay que ser inteligente: no podemos detener el desarrollo, pero podemos determinar ciertas condiciones para que el impacto sea lo menos posible. Nuestros hijos y nietos tienen derecho a ver el lago que conocimos nosotros”.

Hay alta concentración de nutrientes en la costa de Bariloche. Foto: Chino Leiva

Valores mínimos

El desarrollo urbano y turístico también han impactado fuertemente sobre las costas del lago. En este punto, los investigadores hicieron un recorrido histórico.

Con el desarrollo de la Colonia Agrícola Pastoril Nahuel Huapi en 1902, hubo mucha actividad de tala y se modificó el uso de la tierra. El 85% del perímetro del lago Nahuel Huapi fue incluido en la colonia agrícola, quedando excluidos el Brazo Tristeza y Blest, “que curiosamente aún hoy poseen valores mínimos de alteración costera”.

En este sentido, Balseiro enfatizó que éstos “son los únicos sectores que, en nuestro análisis, arrojan cero impacto. El resto muestra algún grado de alteración”.

El principal impacto corresponde a la presencia de plantas exóticas. El estudio determinó que el 25% de la flora terrestre corresponde a especies exóticas. Ese proceso, detallaron, está influenciado “por el gradiente de precipitaciones y la distancia a los centros urbanos y los disturbios antrópicos”.

Otro dato que arrojó el informe es que el máximo nivel de alteración se encuentra frente a Bariloche, con las construcciones y la basura, que alteran la costa generando cambios de parámetros biológicos de la orilla.

El relevamiento permitió constatar construcciones prácticamente a lo largo de todo el lago Nahuel Huapi como así también, 150 embarcaderos ilegales.

La mayor acumulación de residuos se localizó en los sectores más urbanizados y, la mayor cantidad de vidrios y plásticos, en los puertos, clubes náuticos y playas turísticas.

El foco en la zona de la planta depuradora

En las zonas de ribera, los investigadores tomaron en cuenta diversos parámetros, como las plantas invasoras, la temperatura, el oxígeno disuelto, las concentraciones de fósforo, nitrógeno y carbono orgánico, y biomasa de algas sobre piedras.

Un dato llamativo fue que se encontró una alta concentración de nutrientes (como fósforo y nitrógeno) en las zonas costeras de Bariloche.

Los valores máximos se detectaron en los sitios próximos a la planta de tratamiento de líquidos cloacales, al este de la ciudad. “Los valores no son de alarma”, llevaron tranquilidad los investigadores, aunque sugirieron tenerlos en cuenta en futuros estudios.

“En una columna de agua tan profunda, como es el caso del Nahuel Huapi, estos efectos se ven disminuidos por la complejidad de procesos que ocurren en ella. El lago Nahuel Huapi posee una importante reserva de oxígeno hipolimnética (aguas más frías y de gran volumen, 150 metros de profundidad media) lo que provoca que los nutrientes, sobre todo el fósforo, quede retenido en los sedimentos”, sintetizaron. Esta situación hace que el efecto del incremento de nutrientes en el agua todavía sea parcial.

El estudio sugiere también la implementación de plantas depuradoras que impidan el ingreso de efluentes en crudo. “Estos, al interactuar, además, con la elevación de temperatura por el cambio climático, podrían provocar graves efectos en el cuerpo de agua, incluyendo la modificación de su estado trófico”, agregaron.


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