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Un “pasacalle”, fondo de miles de fotos en Neuquén

El arco de “Bienvenidos a Neuquén” y “Buen Viaje”, ubicado a metros del puente carretero, fue todo un símbolo de la capital de los 60. El desarrollo tecnológico lo hizo trizas.

En aquella época los arcos de cemento y hierro que daban la bienvenida a las grandes ciudades eran todo un símbolo de su hospitalidad. Y Neuquén capital no fue la excepción. Con “Bienvenido a Neuquén” se encontraban los turistas que llegaban a estas tierras y con “Buen viaje”, al salir.

Se encontraba a cien metros del puente carretero que une Neuquén con Cipolletti. Fue construido por el Estado nacional y tenía una altura de cinco metros y el ancho justo para que por debajo de él pudieran los dos carriles de la ruta. Guillermo Thomas, quien fuera director de la Escuela Técnica Industrial que funcionaba en calle Láinez al 200, fue el encargado de realizar el diseño del arco de bienvenida. La construcción fue encargada al vecino Farello (los archivos históricos no mencionan el nombre de pila.

Más allá de su función de recibir a los visitantes, el arco oficiaba también de guía turística. En esos tiempos la ruta no estaba iluminada, por las noches el ingreso era una verdadera boca de lobo. Entonces le habían colocado una luz que permitía a los conductores visibilizar con claridad, cual era el camino que tenían que tomar para ingresar al corazón de la capital neuquina.

Estuvo allí hasta finales de la década del 60, cuando fue derrumbado por cuestiones netamente operativas.

Y en este punto, la biblioteca histórica se divide en dos versiones. Algunos memoriosos sostienen que la entonces empresa Agua y Energía del Estado solicitó retirarlo, cuando estaba construyendo la Central Térmica Alto Valle, y no podían pasar por allí los enormes equipos, quedando varados en la estación de trenes de Cipoletti.

Otros aseguran que la responsable de la desaparición del arco fue la firma que construyó la represa de Arroyito que necesitaba trasladar las turbinas hacia la compensadora de Villa El Chocón, pero por las grandes dimensiones no pasaban por el arco del puente.

Sean cuales hayan sido las razones, lo cierto es que desapareció y nada más volvió a ser construido. Pero si los recuerdos de quienes fueron niños, adolescentes y jóvenes, cuando el “bienvenido” era señal de haber llegado a casa.

Los miembros del grupo de Facebook Neuquén del Ayer, recordaron que antes de ser retirado del lugar, el arco fue noticia en todos los medios locales. Es que un camión de gran porte, con un conductor desprevenido que no midió el alto de su vehículo con la altura de la construcción de cemento, “se lo llevó puesto”, provocando daños en su estructura.

Otros recuerdan imágenes de turistas que al cruzar, detenían el automóvil en la banquina y toda la familia se bajaba para retratarse en ese lugar. Y tampoco se olvidan del policía que allí estaba de guardia. Tenía tan buena memoria que podía saber si un auto había pasado más de una vez.


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