Una biblioteca con historia en Roca: docentes la declaran Casa de la Memoria, Verdad y Justicia

Fue la primera biblioteca sindical y pedagógica de todo Río Negro. El espacio cumplió 40 años y fue proclamado hoy emblema en la lucha por los derechos humanos, en la voz de sus propios fundadores.

En un emotivo acto y con la participación de docentes, bibliotecarios y referentes de derechos humanos, la biblioteca sindical de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter) fue proclamada como la «Casa de la Memoria, la Verdad y la Justicia», en Roca.

Luego de la multitudinaria marcha el 24 de marzo a 48 años del inicio de la última dictadura militar, organismos de derechos humanos tuvieron un nuevo punto de encuentro este lunes en Gelonch y San Juan donde se emplaza el local y biblioteca de la seccional del sindicato docente. El acontecimiento arrancó a las 18:30 horas y contó con el aval de «Abuelas de Plaza de Mayo» y la «Red por el Derecho a la Identidad».

Este espacio fue la primera Biblioteca Sindical Pedagógica en toda la provincia de Río Negro y se gestó con el retorno de la democracia, entre los profundos debates que atravesaban los maestros sobre los derechos humanos, según el testimonio de Héctor Roncallo, exsecretario general de la seccional antes, durante y después de la dictadura.

La biblioteca, que es parte de la historia de la seccional y de las trayectorias docentes, lleva el nombre de «Virginia Ruiz» desde el día 11 de septiembre de 2009, en honor a la docente quien supo ser guía, responsable y compañera en el trabajo cotidiano.

«Las políticas del olvido, negacionismo y avanzada para desmantelar los programas socioeducativos y la cultura, afectan a las bibliotecas populares por eso es fundamental tener dentro del sindicato una biblioteca como un espacio de memoria, verdad y justicia».

Lua Hernández, secretaria de Derechos Humanos Unter

«El 10 de marzo la biblioteca cumplió 40 años y lleva el nombre de su primer bibliotecaria, que fue la compañera Virginia Ruiz. Ella marcó la identidad de esta biblioteca, donde hemos recurrido siempre para buscar información, para pensar desde la perspectiva de derechos humanos, para conseguir material con otras pedagogías, miradas, paradigmas«, comentó Lua Hernandez, secretaria de Derechos Humanos de Unter en diálogo con Diario RIO NEGRO.

«Luego del fallecimiento de Virginia se hizo cargo Isabel Cabezas y ella siguió con la línea de perspectiva en derechos humanos», agregó la referente.

Hernández comentó que el proyecto de declaración como Casa de la Verdad, Memoria y la Justicia se enmarca también en la llegada de Sabrina Gullino Valenzuela Negro, la nieta restituida, quien llegó a la ciudad a dictar un curso para docentes junto con «Jóvenes por la Memoria».

«La idea es acompañar la lucha de Abuelas y por memoria, verdad y justicia, para seguir buscando a los 30.000 nietes que aún nos faltan», agregó.

La biblioteca durante sus cuatro décadas supo ser un espacio para el encuentro no solo de docentes, sino de sus hijos e hijas, los que los acompañaban a las asambleas y actividades.

La historia de la biblioteca


Desde su fundación, la seccional de Unter, ex Centro de Docentes dependiente de la ex Federación de Docentes Rionegrinos, carecía de un espacio para reunir a sus afiliados y que puedan debatir los problemas de la educación.

El primer lugar que logró tener el sindicato era de muy pequeñas dimensiones y funcionó en calle Mitre 1319 desde el 3 de marzo de 1984. Su inauguración cumplió con los sueños de muchos docentes que anhelaban su sede sindical, con el retorno a la democracia. En ese mismo edificio nació la biblioteca que se consolidó con los años.

Inauguración del primer local de Unter en Roca (1984). Foto: gentileza

La conducción gremial de ese entonces estaba encabezada por Héctor Roncallo a nivel seccional y a nivel provincial por Wensceslao Arizcuren.

«Todo ese período de la dictadura mantuvimos trabajo gremial, realizábamos el acto a Sarmiento como una forma indirecta de juntarnos», reveló Hector Roncallo, en diálogo con Diario RIO NEGRO. «Fue el primer local sindical que tuvo el gremio de la localidad y de toda la provincia», contó el docente jubilado.

«Hasta la inauguración del primer local, (los educadores) funcionábamos en las escuelas que nos prestaban el SUM o un aula para hacer las asambleas o reuniones. Durante los años de la dictadura, en el ex CEM N° 1 había un armario de madera muy antiguo, donde guardábamos toda nuestra documentación. Y ese armario después pasó a la biblioteca popular. Hace unos años atrás lo rescaté y ahora forma parte de la biblioteca», recordó Roncallo.

Años después, la sede gremial se trasladó a la calle Sarmiento con la biblioteca incluida. Hasta que el 2 de julio de 1988, al inaugurarse el actual edificio de la seccional Roca, en San Juan y Gelonch, se habilitó un local propio para la biblioteca donde funciona hasta el día de hoy.


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