Violencia escolar y «abuso de poder» en Roca: tras la denuncia, los directivos se tomaron licencia

Familias de la escuela N°66 del barrio J.J Gómez habían comenzado un reclamo por varios hechos de violencia. Además evidenciaron otras irregularidades dentro de la escuela. "Ahora estamos viendo mejoras y esperemos que continúe así", sostuvo una madre.

La semana pasada familias de la escuela N°66 de Roca expresaron su preocupación ante reiterados casos de violencia que surgían dentro del establecimiento. Además evidenciaron otras irregularidades dentro de la escuela. Ahora aseguran que tras la repercusión, los directivos se tomaron licencia y notaron que «hubo mejoras».

Familias de la escuela ubicada en barrio J.J Gómez se unieron exigiendo mayor seguridad por varias situaciones a la que niños y docentes se veían expuestos. Una de las madres, María José, explicó a Diario RÍO NEGRO que todo comenzó a principio de año cuando durante una reunión, las docentes les comunicaron que «habían casos de violencia, falta de respeto y querían ayuda. Pero los directivos empezaron a desmentir lo dicho por las maestras».

Esa fue la primer alarma para los padres que decidieron consultarle a sus hijos lo que sucedía, así fue que se encontraron con que antes de que iniciara el receso invernal, un estudiante había ingresado a la escuela con una navaja y lastimó a una compañera. «También nos enteramos de un nene que recibió un golpe y terminó con un clavo en el hombro», agregó María José.

Por esto se planteó una reunión donde los padres expresaron su preocupación y se acordó un abrazo simbólico para visibilizar lo que sucedía. «Los chicos tenían mucho miedo y no querían ir a la escuela por todos estos casos de violencia», aseguró.

Tras la movilización que tomó repercusión en Roca, María José comenta que días después les llegó un mensaje donde se les dio aviso que tanto el director como la vicedirectora se tomaron licencia dejando libre su cargo «sin ningún tipo de explicación». En este sentido expresó que no se les comunicó cuando regresarían y por ello, las docentes tuvieron que ocupar los cargos.

«Ahora se están notando cambios, hay más límite y están mejorando las cosas», indicó la madre. También informó que desde el Equipo Técnico de Apoyo Pedagógico (ETAP) del Ministerio de Educación y del Consejo Escolar, se hicieron presente para verificar la situación.

«Nosotros exigíamos la comunicación transparente de lo que sucedía, necesitábamos que lo dejaran de dibujar como una travesura y los docentes no hablaban por miedo a las represalias», puntualizó.

Además sostuvo que para ellos era primordial que haya comunicación y una intervención por parte de los autoridades con contención no solo para los estudiantes agredidos sino para los acusados como autores de las agresiones, «obviamente estos chicos que generan violencia deben estar pasando por un caso ellos también».


Apuntan contra el director por «abuso de autoridad»


La madre referente de la escuela N°66 expresó que también hay otros problemas en la institución que tiene que ver con «abusos de autoridad y otras irregularidades» por parte de lo directivos.

Informó que hace un tiempo, una trabajadora de la institución había realizado una queja al notar que habían irregularidades, pero lejos de lograr que se verifique la situación «lo único que hicieron fue trasladarla a otra escuela porque el director se quejó de ella». Luego de esto, el puesto fue tomado por otra persona, quien aseguran es «amigo del director».

«Ayer nos enteramos que hay más personas trabajando ahí, son cercanos del director», expresó y agregó que después de que el director presentó la licencia, «todos los que ingresaron por parte de él, también se fueron». A su vez indicó que el kiosco que está dentro de la escuela, el cual debería ser para que los estudiantes de séptimo ocupen para juntar dinero para su egreso, fue brindado a una persona ajena a la escuela.

«Se había monopolizado todo en torno al director», apuntó y señaló que recién con la ausencia del mismo, varios docentes comenzaron a hablar: «antes tenían miedo de comentar lo que estaba sucediendo porque se hacía todo lo que el director quería y no querían que tomen represalias contra ellos».

En este sentido, María José comentó que una docente fue la que pidió ayuda a los padres por los casos de violencia en las aulas, pero cuando el director se enteró «la cambió un tiempo a otro sector hasta que nos quejamos y le pedimos que la dejen volver porque los chicos la necesitaban».

«Ahora estamos viendo mejoras y esperemos que continúe así», sostuvo.


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