Vuelco en Traful: habló el responsable de la empresa y destacó la maniobra del chofer para evitar el barranco

El accidente se produjo en un tramo de la Ruta 65 donde daba la sombra y había hielo. El chofer logró maniobrar para no caer en un precipicio. Quedó shockeado y debieron indicarle tranquilizantes.

El coche venía despacio y apenas se deslizó con el hielo, el chofer alcanzó a maniobrar hacia la montaña. Del otro lado, tenía un barranco”. Pablo Gerboles es el responsable de la empresa de transporte Rayantú que trasladaba a los turistas de Buenos Aires y Neuquén hacia Villa Traful cuando sufrió un vuelco en la Ruta 65, a la altura de Río Minero.

«El chofer decidió maniobrar hacia la montaña y no hacia el barranco»: vuelco en Traful


“Cuando me avisaron del accidente, logré llegar una hora y media después. El micro atravesaba la ruta y no se podía circular. Todavía había pasajeros esperando ser trasladados. Eran 15 personas que no tuvieron más que algún golpe menor y fueron atendidos en la sala de Salud”, relató Gerboles.

El primer tramo de la ruta, describió, “estaba impecable, pero a 500 metros de Río Minero, el tramo tenía sombra y había barro con hielo que no se veía. Es barro helado y no te das cuenta hasta que no transitás por ahí”.

Insistió en que el transporte que trasladaba a 49 personas -entre pasajeros, la guía y el chofer- circulaba a baja velocidad y terminó tumbado sobre uno de los laterales. “Se deslizó apenas. Por suerte. Porque más adelante estaba el barranco y podría haber sido un desastre”, advirtió.

“El chofer -añadió- me comentó que cuando pisó el hielo, se le corrió el coche y decidió maniobrar hacia la montaña y no al barranco. Por eso, el micro se tumbó de costado. Quedó con la trompa mirando a la montaña y la cola, del lado del barranco».

Gerboles dijo que esa excursión se realiza más de una vez por semana en tanto «la condición climática lo permite. Con nieve, por ejemplo, no la hacemos. Pero ayer estaba hermoso, soleado, aunque con frío. El problema fue esa parte de la ruta con sombra«.

Los lesionados más graves sufrieron complicaciones traumatológicas. «Lo más común fue aplastamiento de algunos miembros porque como el micro se tumbó de costado, la gente cayó hacia el otro lado», dijo Gerboles y recalcó: «Gracias a Dios no hubo que lamentar víctimas fatales. Hubo gente que terminó con una amputación y es tremendo. Pero doy gracias que todos están vivos. El chofer quedó shockeado y le dieron tranquilizantes«.