“Sombras tenebrosas”, entre el terror y el humor

El director le pone su sello, lo que le agrega y le quita al original.

Tim Burton lleva al cine la telenovela de hace casi medio siglo “Sombras tenebrosas”, con las figuras centrales de Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Michelle Pfeiffer, Eva Green y Bella Heathcote. La película basada en la telenovela diaria estadounidense de Dan Curtis que se mantuvo cinco años en la cadena ABC con más de 1200 episodios, cuenta la historia de la familia Collins, con eje en la del inmortal vampiro Barnabás Collins, en su viaje del siglo XVIII al XX. Un detalle a tener en cuenta es que el canadiense Jonathan Frid, que interpretó el papel del vampiro Barnabás en la telenovela, el mismo que ahora compone Johnny Depp, aparece en una escena -la del baile- del filme de Burton, que el veterano actor no pudo ver ya que murió en abril. “Lo que me parecía importante era recrear la sensación que me provocaba la serie”, asegura ahora Burton, y agrega que la tira “fue un fenómeno único en aquella época”. El autor de “El gran pez” y “El joven manos de tijera”, confiesa que fue Depp quien le propuso la remake “… porque a ambos nos gustan los fenómenos culturales raros”. Aquel éxito de la TV, cuyo “leit motiv” fue un clásico que incluía thieremin (el instrumento con sonidos ululantes típico en filmes de ciencia ficción o terror, en el conocido como “Tema de Barnabás”) se hicieron dos largometrajes, “House of Dark Shadows” (1970) y “Night of Dark Shadows” (1971), y se intentó una continuación, en TV más sangrienta y sexual. La versión de Burton de “Sombras tenebrosas” es visualmente más ricas que la de Curtis, en especial por sus rimbombantes escenografía y vestuario, y mucho más cargada de humor, en el estilo “Los locos Addams” o buena parte de los anteriores filmes del propio Burton, algo que aporta pero a la vez quita. Burton hace equilibrio entre aquel delirio que fue “Beetlejuice” y con algo de la estética de “Swenney Todd”, alimentando la historia con mucho delirante humor, en especial al hacer viajar por el tiempo a este vampiro que en 1968 no entiende que es un hippie, McDonald’s o que la gente viaje en automóviles. Los que pierde “Sombras tenebrosas” es su onda nostálgica incluso en el mismo momento en que se estrenaban los episodios por TV y gana para el espectador del hoy, por la calidad de su concepto e imagen, y por actores que, al igual que aquellos finales de los 60, están convencidos de sus papeles. Punto y aparte para los rubros escenografía y vestuario retro memorables, y muy en especial para el de la música, compuesta como ya es una tradición en el cine de Burton, por Danny Elfman, buena como siempre, pero no tan siniestra y escalofriante como aquella original, que ya es leyenda. (Télam)

claudio d. minghetti


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