«Te doy el certificado… pero me voy a esquiar»

Los docentes rionegrinos se rigen por un régimen de licencias de 34 artículos. Los diferentes motivos para que se amparen en su derecho a faltar pueden ser razones de salud, atenciones a familiares, ocupar cargos de mayor jerarquía y «otras licencias e inasistencias».

Entre todas las razones para que un docente tenga el derecho de no concurrir a trabajar existen dos artículos que generan polémica entre los directores y los supervisores: el 20 y 25.

El artículo 20 estipula la licencia por razones personales y permite faltar sin más justificativo que «una dificultad particular» seis veces por año, sin poder acumular más de dos por mes con goce de haberes.

Sin embargo, los directivos de las escuelas admiten que los docentes agotan esas seis licencias y luego presentan certificados por razones de salud u otros inconvenientes. Incluso algunos eluden la regla que prohíbe tomar más de dos por mes, pero piden a los directores que les «prorrateen» las faltas en varios meses.

«Acá ganan lo mismo aquellos que se borran un jueves porque les toca el tiempo compartido que los preocupados por brindar calidad educativa. Te lo dicen sin empacho: Te doy el certificado, pero me voy a esquiar a Bariloche», reveló una supervisora roquense.

Por su parte, el artículo 25 es el que otorga 10 días de licencia con goce de haberes «a los trabajadores de la educación que dicten y/o participen de cursos de perfeccionamiento docente, siempre que no perciban remuneración por ello». Para graficar su desacuerdo, Vitullo sintetizó que «si la cantidad de días de licencia otorgados por capacitación se trasladara en nivel educativo, Río Negro tendría uno de los mejores sistemas del país».

Nota asociada: Cuatro de cada diez docentes faltan por licencias en Río Negro

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