Es autodidacta y creó en Bahía Blanca una startup que factura millones

Andrés Kloster es un autodidacta que, desde los 14, pone el foco en el desarrollo digital. Sin inversión, creó una consultora que hoy factura millones. Una historia digna de película.

Autodidacta total, Andrés Kloster creaba páginas web desde los 14 años. Conoció a su socio en LinkedIn, con quien crearon Agencia Eleven en 2016, una startup que en pocos años pasó a trabajar con Mercado Libre, Ualá, Despegar y otras grandes empresas. Su caso es, sin dudas, el paradigma del joven que triunfa en el mundo de la tecnología.


En diálogo con RÍO NEGRO, Andrés cuenta que “cuando empecé a crear sitios web, a los 14, no lo hice sabiendo o proyectando lo que podría pasar después, fue más una cuestión de entretenimiento. Luego si quería monetizar esos sitios, ganar plata con eso, y llegué al SEO (Search Engine Optimization, conocido como Posicionamiento en buscadores) como una forma de llevar tráfico a los sitios web de forma barata y escalable”.

La situación fue avanzando con el correr del tiempo. “Varios años después de poder solventarme económicamente con eso, empecé a probar ofrecérselo a empresas como servicio, pero se fue dando muy naturalmente, de a poco. No es que cuando empecé proyectaba lo que podía pasar, la fundación de Agencia Eleven y todo lo que fue pasando hacia ahora”, relata.

Nacido y criado en Bahía Blanca, Andrés es otro ejemplo más de que no es necesario estar en Capital Federal para triunfar. Y en este sentido, comenta que “cuando trabajamos en una industria que produce bienes es necesaria la presencialidad. Sin embargo, en la industria del conocimiento todo se puede trabajar en forma remota. Mientras haya conectividad, que es la única limitación, podemos enviar nuestro trabajo vía mail o videollamada”.

Kloster explica también que “en Agencia Eleven somos 100% remotos desde antes de la pandemia, y tenemos gente viviendo en todas partes del mundo y principalmente del país, y nadie ve limitado su crecimiento profesional en la industria o la empresa por estar en el interior. Así que desde la industria del conocimiento podemos aportar un granito de arena para que no sea necesario estar en Buenos Aires y derribar un poco ese mito de que Dios atiende ahí”.

Con 14 años, Andrés ya desarrollaba sitios web por entretenimiento. Eso derivó en una exitosa historia.


Andrés forma parte también de ese grupo de jóvenes que encontró en la tecnología una salida laboral más que interesante. Y entiende que las nuevas generaciones ponen el foco ahí porque es, dicho en otras palabras, una mina de oro.

“Es cierto que muchos jóvenes ven la programación y a esta industria como una gran salida laboral, y es correcto: hay mucha más demanda laboral que oferta, muchos más puestos de trabajos que trabajadores calificados para ello. Yo no conozco ningún SEO sin trabajo, por ejemplo. Pero sí conozco muchas empresas que quieren contratar SEO y no los consiguen”, cuenta, brindando esperanzas a quienes quieren sumarse. Sí, aún están a tiempo.

Tan a tiempo están que ni siquiera tienen un único modo de “llegar”. Y Kloster lo deja claro: “En la forma de aprender, no existen caminos tan tradicionales como el caso de un abogado o un arquitecto, que debe estudiar la carrera. Acá los caminos son diversos, hay muchas formas de llegar al mismo punto. Se puede hacer de forma 100% autodidacta, es mi caso. Hay que ser muy curioso, ordenado, tener disciplina para aprender. También se pueden apoyar en cursos más cortos y más baratos que una carrera, y sirven mucho para conseguir trabajos en una industria. Si querés ser Diseñador UX, tener un curso de 6 meses en una academia ‘prestigiosa’ sirve mucho, dado que no hay formas de validación”, señala.

En este sentido, uno de los fundadores de Agencia Eleven remarca que “para mí el consejo más importante es hablar con gente que ya se dedica a eso, no hablar con quien da el curso. Hay gente que te puede decir que hizo el curso y le sirvió mucho, o que no valió la pena. Y así uno se va armando el camino”.

En una de sus disertaciones, como la que realizaba en Bahía Blanca al cierre de esta nota.


La charla con RÍO NEGRO ocurrió justo en la previa de una presentación que Andrés realizaría en la Universidad Nacional del Sur, en su Bahía Blanca natal. Los caminos muchas veces se reencuentran, y fue su caso.

“Dar una charla en Bahía, en la UNS, es un honor. Soy bahiense, viví 20 años en Bahía, mi familia vive acá y vengo varias veces por año. Es un honor también estar en la que fue mi casa de estudios, y tal vez aportar un granito de arena para potenciar la ciudad, dar algunos tips que acorten el tiempo o hagan más fácil el camino en función de mi experiencia para quienes quieran emprender”, cierra. Y, quizás, en ese público hubo algún joven que sueña con triunfar en este mundo. Solo bastará con seguir su ejemplo.


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