Temas en debate: Un eje para ir pensando, Por Roberto Savariano 14-11-03

oy a partir de ciertas premisas, que entiendo compartidas por buena parte de la sociedad neuquina:

a) El Movimiento Popular Neuquino ha agotado su proyecto de partido defensor del federalismo, promocionador de recursos humanos a través de novedosos sistemas en educación y salud y desarrollador de la infraestructura necesaria para el progreso de la provincia. Por el contrario, se ha convertido en una maquinaria electoral que le permite, a través del clientelismo, las prebendas en las designaciones y el manejo discrecional de los fondos del Estado, mantener una aceitada estructura en beneficio exclusivo de un grupo que pretende perpetuarse en el poder.

b) La oposición no puede concebirse como un amontonamiento de políticos tipo Alianza radicalismo-Frepaso ( De la Rúa- 'Chacho' Alvarez y Cía. ), cuya única meta sea derrotar al poder de turno, pero careciendo de los principios renovadores que pretende la sociedad.

c) No basta con la honestidad, transparencia -aunque resulte fundamental a la hora del cambio- de los integrantes de la nueva fuerza opositora, sino que ésta debe elaborar un programa lo suficientemente imaginativo y novedoso para atraer a la sociedad a la hora de efectuar su elección.

En este orden de pensamiento, habrá que generar ideas que motoricen el ansiado cambio. Hoy comentaremos una de ellas: el presupuesto participativo.

Entendemos por presupuesto participativo aquel que asigna socialmente los recursos públicos, con expresa intervención de aquellas nuevas organizaciones de la sociedad que ocupan los vacíos que la representación tradicional no cubre: organizaciones vecinales, asambleas barriales, asociaciones empresariales entre otras.

Esto, por otra parte, significa un cambio cultural fundamental: el paso de una actitud sólo de reclamo a una de construcción colectiva. (Hermes Binner, intendente de la ciudad de Rosario y candidato más votado para la gobernación de Santa Fe, en su artículo «El gran desafío de las ciudades» publicado por «La Nación» el 4 de noviembre de 2003)

Señala Binner, en el artículo citado, cuatro ejes para desarrollar -sobre todo por las municipalidades- políticas que sustenten un profundo proceso de transformación:

1) Movilización y articulación de las actividades productivas privadas, favoreciendo el asociativismo, el financiamiento y la formación de emprendimientos y consorcios;

2) Satisfacción de las necesidades básicas a través del trabajo (huertas comunitarias, ferias para vender sus productos, cooperativas con el soporte administrativo y contables de los municipios );

3) Orientación del gasto público en infraestructura económica y social y en la transformación de los asentamientos irregulares para apuntar a construir ciudadanía, acercando a sus pobladores al derecho al trabajo, a la alimentación, a la salud, a la educación; en suma, a su identidad ciudadana;

4) Participación en el proceso de capacitación para el empleo.

Pero volvamos a la provincia del Neuquén y a su realidad política. Las últimas elecciones han dejado un mapa político por demás llamativo: una cómoda victoria del candidato a gobernador del MPN y la obtención de los municipios más importantes (Neuquén capital, Cutral-Co, Zapala, San Martín de los Andes) por fuerzas opositoras, situación que se repite en otras ciudades como Villa La Angostura, Piedra del Aguila, Las Lajas, Aluminé y El Huecú, esta última liderada por Rodolfo Canini, quien precisamente puso en práctica en su municipio un presupuesto participativo.

Esto nos lleva a reflexionar que los verdaderos cambios se generan de abajo hacia arriba y en nuestra provincia resulta evidente que se desarrollarán desde los municipios a la gobernación, y este razonamiento se encuentra en sintonía con el cambio propuesto a través del presupuesto participativo. Es como señala Binner: «Para sostener todos estos ejes de acción se necesitan nuevas instituciones que corporicen un Estado moderno, solidario, activo, transparente y con una creciente participación ciudadana. Esto es: no se trata de recrear el viejo Estado, sino de incorporar decididamente a la sociedad civil para acercar las soluciones a los problemas de la gente».

 

 

(*) Abogado