Testigos complican aún más a Damián Basaúl
Hebe Rajneri
ROCA (AR).- ¿Damián Basaúl estaba bajo los efectos de las drogas y el alcohol cuando en septiembre del año pasado atropelló y mató a su novia con su Chevrolet 400? ¿Tenía conocimiento de lo que estaba haciendo? Si estaba bajo esos efectos, ¿por qué recordaba tantos detalles? ¿Por qué tras la muerte nadie creyó necesario hacer un examen toxicológico? En medio de un laberinto de preguntas sin respuestas se concretó ayer la segunda jornada del juicio contra el joven de 23 años quien está detenido y se le imputa el delito de “homicidio doblemente calificado”. La jornada abrió con el testimonio de la hermana de la víctima, Yasmile, quien en pocas palabras trazó el perfil de Basaúl. “Se volvió absorbente” e “irritante”, contó la joven a los jueces de la Cámara Tercera. Al igual que su madre, abrazó la foto de su hermana durante la declaración. Dijo que en varias ocasiones trató a Ailín de “gato y trola”. Era un “manipulador”, resumió. Luego fue el turno de Ramón Moyano, un policía que trabaja de mecánico quien realizó la pericia del auto. Dijo que el vehículo no tenía frenos y ante una consulta del defensor de Basaúl, Guillermo Leskovar Garrigós, reconoció que los 30 centímetros que los amortiguadores tiene de elevación en la parte trasera podrían haber obstruido la visual cuando circulaba marcha atrás y atropelló a la joven. De esta manera introdujo al debate la hipótesis de que el novio de la víctima fue imprudente al conducir y que en realidad se trató de un accidente de tránsito culposo. Luego fue el momento de los profesionales que efectuaron la primera pericia al imputado. Allí la defensa trazó una fina estrategia para tratar de buscar algún atenuante teniendo en cuenta que el joven se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas. El primero en declarar fue el psiquiatra Luis Ligarribay (perito de la querella) a quien le llamó la atención el nivel de información que tenía el joven si había consumido bebidas alcohólicas y marihuana. Para el psicólogo Luis Ramallo (perito oficial) el acusado presentó una actitud “prevalentemente de simulación”. “Estaba carente de expresión afectiva”, dijo el profesional quien además detalló que el joven en varias oportunidades tuvo que volver sobre su relato para buscar mayor veracidad ante los peritos.
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