Toda la luz natural con ventanas al cielo

Que la luz natural es necesaria para los seres humanos, los animales y las plantas no es ninguna novedad. Por eso es muy valorada tanto por los arquitectos y técnicos que diseñan nuestras viviendas y espacios de trabajo como por los usuarios que disfrutamos de sus ventajas y beneficios.

Sin importar cómo lo llamemos, un tragaluz, ventiluz, lucarna o ventana de techo puede generar una sensación de bienestar: el cielo y el sol dentro de la casa. También ofrece hasta un 30% más de luz natural que las ventanas verticales, además de brindar un nuevo estilo y sumar a la estética.

Para el arquitecto Andrés Sandoval, de Villa La Angostura, incorporar ventanas en el techo permite ampliar la espacialidad y que el paisaje entre en nuestra casa, sin preocuparnos por la mirada ajena. “Tener grandes aventanamientos a nivel bajo hacia la calle es muy invasivo. Entonces está bueno complementar con ventanas en el techo sin tener que preocuparse por la privacidad”, explica. Y agrega: “Incorporás el cielo y, cuando hay luna llena, también ilumina un montón”.

Lo primero que debiéramos pensar es si sólo queremos luz o también las utilizaremos para ventilar. Al estar en la zona superior de la vivienda, la ventilación crea una corriente de aire ascendente que la vuelve excelente. Pero también hay otras variables a tener en cuenta. “Yo uso las lucarnas sólo para iluminar, no que se abran. En el Alto Valle, el viento, las hojas y la falta de mantenimiento hacen que pueda filtrar agua por la ventana”, cuenta la arquitecta cipoleña María Cecilia García.

Si optamos por ventanas que se abren, el mercado ofrece variedad de modelos. Incluso hay algunos que traen un sistema de apertura automático incorporado y también hay con sensores que miden la humedad del aire o la proporción de dióxido de carbono y sólo se abren durante el lapso de tiempo estrictamente necesario para recuperar un buen nivel. Además tienen sensores externos que miden el viento y la lluvia, con lo cual eligen cuál es el momento correcto para cerrarse.

Sobre las aberturas, podemos encontrar las corredizas, otras que se pliegan y también las que combinan las dos variantes. Las que se abren corriendo una de las láminas hacia arriba son muy prácticas, porque la parte superior queda fija y funciona a modo de protección cuando la caída del techo es muy pronunciada. Eso es fundamental para que el agua, si llegara a llover, no caiga en el ambiente. Lo único a tener en cuenta es a qué altura estará colocada, ya que la parte baja, que se abre, queda sin protección.

A la hora de hacer una instalación, vale la pena evaluar todos los factores: la orientación de la vivienda, la inclinación del sol en las distintas estaciones y, sobre todo, los tipos de vidrio y sistemas de aberturas.

Adecuadas para ser instaladas en pasillos, baños, cocinas, salas de juego, dormitorios y bibliotecas, también pueden usarse en cuanto espacio requiera ganar en luz con un aporte de diseño.

Asesorate. No dejés pasar la oportunidad de aprovechar al máximo la luz natural y de darle a tu casa un estilo más personal.

El tamaño

Las ventanas en el
techo no sólo son funcionales a una mayor iluminación natural, también visten de otra manera tu hogar y le imprimen nuevo estilo.

Algunos datos útiles

a la hora de elegir

Hay modelos de ventanas con sensores, que se abren automáticamente y se cierran al detectar lluvia.

En zonas ventosas o con nieve, las lucarnas que no se abren son una mejor opción.

El vidrio térmico evita pérdidas de calor en invierno y contribuye a mantener fresco en verano.

En zonas donde pueda caer granizo suele usarse vidrio laminado, que no se rompe con el golpe.

Podés colocar un filtro para proteger el ambiente de altas temperaturas y rayos UV.

Tené en cuenta que el aseo de los vidrios puede no ser sencillo, sobre todo cuando
se trata de paneles fijos.

Limpieza

Las ventanas de techo funcionan casi como
una chimenea y por allí la ventilación puede
ser excelente.

Renovar el aire