Toda la magia en una noche
En la escuela Inayen de Choele Choel eran las 21 en punto del jueves 10 de diciembre. A esa hora comenzó el acto académico del establecimiento con un video proyectado en pantalla gigante, donde se vieron imágenes recopiladas desde los inicios, en el mes de junio del 2012, hasta diciembre de “La Orquesta está en marcha…”. Los aplausos fueron muchos, abundantes desde los más de 800 espectadores presentes en el playón municipal de la localidad. Lentamente el telón del escenario comenzó a abrirse. Una mirada, una leve señal indicó que todo comenzaba. Podían percibirse ansiedades, asombros, sorpresas, el lugar estaba en silencio y todas las emociones confluyeron en uno solo momento. La música de pronto como suele hacerlo, impactó en todos los sentidos. Sobrevolaron la sala las flautas dulces, traversa, contralto, los violines, el cello aportó su timbre inconfundible, las guitarras y los teclados, calaron profundo en la magia de ese momento único, las armónicas, instrumento inusual en las orquestas que sumaron su sonido. En el escenario no había músicos de trayectoria, eran los chicos de la primaria de la escuela Inayen. Frente al público que aplaudía con entusiasmo cada interpretación estaban los 70 alumnos de 4º a 7º grado de la Escuela Inayen, que acaso sin saberlo, inauguraban un hecho cultural sin precedentes en la localidad.
En la escuela Inayen de Choele Choel eran las 21 en punto del jueves 10 de diciembre. A esa hora comenzó el acto académico del establecimiento con un video proyectado en pantalla gigante, donde se vieron imágenes recopiladas desde los inicios, en el mes de junio del 2012, hasta diciembre de “La Orquesta está en marcha…”. Los aplausos fueron muchos, abundantes desde los más de 800 espectadores presentes en el playón municipal de la localidad. Lentamente el telón del escenario comenzó a abrirse. Una mirada, una leve señal indicó que todo comenzaba. Podían percibirse ansiedades, asombros, sorpresas, el lugar estaba en silencio y todas las emociones confluyeron en uno solo momento. La música de pronto como suele hacerlo, impactó en todos los sentidos. Sobrevolaron la sala las flautas dulces, traversa, contralto, los violines, el cello aportó su timbre inconfundible, las guitarras y los teclados, calaron profundo en la magia de ese momento único, las armónicas, instrumento inusual en las orquestas que sumaron su sonido. En el escenario no había músicos de trayectoria, eran los chicos de la primaria de la escuela Inayen. Frente al público que aplaudía con entusiasmo cada interpretación estaban los 70 alumnos de 4º a 7º grado de la Escuela Inayen, que acaso sin saberlo, inauguraban un hecho cultural sin precedentes en la localidad.
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