Todos los ojos puestos en las piedras patagónicas

Variedad y colores en una exposición en Bariloche.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Asociación de Coleccionistas y Lapidadores Patagónicos de gemas (CoLaPa) instaló en el SCUM de esta ciudad su tercera exposición de piedras y gemas de la región, que impacta tanto por la variedad y colorido de las piezas exhibidas como por la dedicación de sus organizadores.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el domingo 23, supera con creces a las dos ediciones anteriores y refleja el crecimiento logrado por los promotores de esta actividad, tan nueva como poco difundida en la Patagonia. Jaspes verdes o rojizos, ágatas, thunder egg y orellanistas extraídas del suelo patagónico, lucen vistosas vetas y formas caprichosas destacadas por el trabajo de los artesanos lapidadores. Las piedras y gemas expuestas a un nutrido público, que se da cita cada día para apreciar su belleza, se complementan con trabajos en plata y especímenes minerales singulares.

La muestra es una de las principales acciones de difusión de este producto cuyos impulsores auguran un «futuro promisorio», pero además la CoLaPa despliega una importante tarea de capacitación en los pueblos del interior de la región dictando cursos gratuitos para la formación de lapidadores. El lapidador e iniciador de la asociación, Ian Fraser, señaló a «Río Negro» que «nunca hubo escuelas de lapidado en el país, y con 15 provincias que tiene un importante potencial minero eso es una locura».

En 1998 Fraser dictó su primer curso en Puerto Madryn y meses después se trasladó a Esquel donde consolidó la actividad docente con muy buen recepción. Un año después conformó esta agrupación junto a un grupo de entusiastas de la gemología con el interés de promover conocimientos sobre minería y rocas y contribuir a la formación de una conciencia nacional en la materia.

Con el soporte de Nación y el Consejo Federal de Inversiones la CoLaPa instrumentó el dictado de cursos gratuitos de lapidado, en el marco del programa social minero, para brindar un oficio a la gente del interior patagónico y ayudarlos a que «se queden en los pueblos». Siguiendo los pasos de la Asociación algunas provincias complementaron estos cursos gratuitos con la enseñanza posterior de gemología y orfebrería e incluso en algunos casos facilitaron la maquinaria para la instalación de los talleres de trabajo.

«Si en un pueblo del interior de una provincia cualquiera rescatamos uno o dos (aprendices) que continúen el oficio, es éxito», resumió Fraser, quien vio cumplida esta expectativa con creces en casi todos los cursos brindados por la agrupación.

El vuelo que alcanzó esta actividad también se refleja en la incipiente exportación de gemas patagónicas que realizan tres la

pidadores de la región a requerimiento de coleccionistas extranjeros. La recolección y elaboración de las piedras y gemas patagónicas tiene su costado terapéutico que es particularmente valorado por los miembros de la agrupación y contemplado en los cursos de lapidado y pulido.

Elida Suar conformó un grupo de recolección de piedras a partir de un curso de gemología dictado por la Universidad del Comahue con la intención de montar luego un taller de lapidado en esta ciudad. «Juntar piedras es una forma de estar conectada a la tierra» explicó la mujer que en ratos libres también hace platería.


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