“Siempre terminamos pagando los obreros” afirman en la maderera de Neuquén

Los delegados creen que los empresarios destinarán la fábrica al funcionamiento de BM, la petrolera que también es de ellos. Denunciaron que ya venían sufriendo recorte de beneficios.

La fábrica Maderas al Mundo (MAM) está detenida. Ayer el único movimiento que había ayer era el de la lluvia que caía sobre los tirantes. En la puerta, los mates entre los obreros se compartían en silencio. El agua no lavaba la bronca y la angustia de quienes por más de 20 años “le pusieron el hombro a la empresa”.

Héctor Andrés llevaba una gorra escocesa y arriba la capucha para ganarle al frío. Fruncía la boca en una mueca amarga y contaba que hace 39 años trabaja allí.

Hace dos días los dueños de MAM informaron que la empresa está en crisis. Enviaron telegramas de despido a la mitad de sus trabajadores y la suspensión por 30 días al resto; a Andrés le llegó la suspensión.

“Pasaron tres firmas que compraron y vendieron. A cada nuevo dueño que llegaba le pusimos el hombro y cada vez estamos peor”, dijo.

Contó que salió del servicio militar y consiguió ese trabajo. Entró en la prensadora, pasó por el torno, la guillotina, escuadradora. Ahora estaba en el sector secadero, tiene 57 años y no sabe si se jubilará.

“Estoy indignado. Los que pagamos somos siempre los obreros. No produjimos la crisis y sufrimos porque tienen malos negocios, pero no hicimos nada para que eso pase”, dijo y tiró al piso su mirada triste. Héctor tiene cinco hijos, una de ellas con discapacidad y lo único que pide es que lo dejen trabajar.

Luis Alberto López hace 24 años está allí. Tiene 45 y casi todo el tiempo trabajó en terciado. Durante dos décadas entró a trabajar a las seis de la mañana y pasó ocho horas parado frente a la prensa.

“Antes descansábamos 40 minutos, después nos redujeron a 25, una vez al día. Era un derecho que lo habían ganado los obreros, pero a medida que llegaron nuevos empresarios sacaron las conquistas ”, dijo.

Tiene cuatro hijos. “Dejé media vida adentro”. Si bien piensa que siempre hubo buenas y malas, nunca estuvieron tan cerca de perder todo. La incertidumbre reinaba y hasta ayer no recibía ninguna notificación.

Luis Cides dijo que casi todos trabajaron 18 años ahí, salvo unos pocos empleados que entraron en el último tiempo. “Esto no es divertido, es muy triste ver la fábrica así. No nos gusta estar parados. Tengo dos hijas, mi señora y se derrumba todo: la familia, los proyectos”.

“Los dueños vienen haciendo este trabajo adrede, para que le aprueben un preventivo de crisis. Lo único que les interesa es el predio, sin nosotros”, añadió.

“Estamos acá esperando que la patronal nos diga qué hacer. Necesitamos defender nuestra fuente de trabajo”.

Andrés Mayorga, delegado del personal de la fábrica

de Parque Industrial.

La mirada del dueño

“No quiero vaciarla”

La crisis que atraviesa MAM la anticipó su propietario hace unas semanas atrás.

Las causas de la situación las atribuyó a varios factores. Dijo que entre otras cosas influyeron la situación de la fruticultura, el aumento de la tarifa eléctrica y la apertura de importaciones desde Chile. Sostuvo que los asfixiaban financieramente y pidió al Estado un salvaje para salir a flote.

Gustavo Bergese ayer, también rondaba por la fábrica y decía que en la actualidad es imposible producir. “Pueden pasar, mirar, está todo. Mi intención no es vaciarla, pero así no puedo seguir. Estamos buscando una solución. No quiero cerrar, pero tendremos que achicarnos un poco y después veremos”, decía.

son los puestos de trabajo directos que se perdieron. A esos hay que sumarle 45 temporarios, los camioneros y hacheros.

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Datos

“Estamos acá esperando que la patronal nos diga qué hacer. Necesitamos defender nuestra fuente de trabajo”.

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