Tras 15 años, renunció el intendente de Pilcaniyeu

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Carlos «Cacho» Domínguez, intendente de Pilcaniyeu durante 15 años, renunció ayer en forma indeclinable a su cargo ante los concejales locales. Domínguez adujo razones particulares y será reemplazado por la edil Soledad Calfín, del PJ, por 60 días, ya que deberá llamar a elecciones para cubrir el puesto vacante.

El diálogo con este diario, aseguró que se va «desgastado, pero con la frente alta». Está convencido de que siempre trabajó para su comuna y los vecinos, pese a tener a la «provincia en contra».

Domínguez deja el cargo de intendente y también el pueblo, ya que se mudará a General San Martín, en Chubut, cerca de Esquel, una localidad de 1.000 habitantes donde asumirá la jefatura de la sucursal del Correo Argentino.

El renunciante ganó 5 elecciones consecutivas: en 1985 por el PJ, en el 1989 por el PPR, en 1991 por el Crear (recuerda que fue el único intendente electo por dicho partido), y volvió a imponerse en el «95 y «99, nuevamente con el peronismo.

«A mí me gustaba la función que cumplía, siempre me preocupó la gente, no tanto la obra pública, pues no se pueden hacer obras cuando la gente tiene hambre», reflexionó. Reconoció que tuvo que pagar «los platos rotos por ser justicialista» y recordó que siempre le retuvieron las coparticipaciones. «En 1999 me llegaron a demorar 13 meses», recordó.

Durante el último verano, el municipio de Pilcaniyeu tuvo serias dificultades para pagar los sueldos del personal, por no contar con la coparticipación provincial. Ello motivó un grave conflicto interno con parte del personal, con medidas de fuerza y paro de actividades. Los voceros de los trabajadores acusaron a los políticos «de falta de fuerza y voluntad para reclamar por los sueldos».

Domínguez sostuvo durante su gestión que la recaudación de la comuna «es insignificante» y que «por ser nuestro municipio peronista, siempre tuvimos problemas en cobrar, y además nos achicaron la coparticipación». La comuna tiene en total 28 empleados (políticos, de planta y contratados) con una erogación mensual de unos 21.000 pesos, lo cual se paga con el dinero que gira la provincia. Ayer reiteró que el municipio no tiene recursos, pero tampoco deudas importantes. «Además de los salarios, debemos las facturas de teléfono; una parte es de tanto llamar a Viedma», sentenció, irónico. Actualmente adeudan dos masas salariales.