Tras 24 años del triple femicidio de Cipolletti, vuelven a pedir memoria y justicia
Esta tarde se realizó una nueva marcha en el centro de la ciudad para recordar a las víctimas: María Emilia, Paula González y Verónica Villar.
Cada letra que sostenían las personas encabezaban la fila de la protesta formaba la palabra “memoria”. Se cumplieron 24 años del triple femicidio que conmocionó a la ciudad de Cipolletti y que todavía no hay certezas sobre el asesinato de María Emilia, Paula González y Verónica Villar desde el día que sus cuerpos fueron hallados 11 de noviembre de 1997.
Familiares, personas vinculadas a las víctimas y organizaciones sociales realizan una marcha para exigir justicia por la resolución del antes denominado primer triple crimen de Cipolletti.
La columna de manifestantes concentró en la plaza San Martín, de allí se trasladaron por calle Roca y volvieron por Yrigoyen.
Al llegar a la Comisaría Cuarta, la columna de participantes rodeó la unidad policial y encendió papeles sobre la puerta de entrada.
La protesta regresó al punto de inicio, donde se realizan los discursos.
Las estudiantes Verónica Villar, María Emilia González y su hermana Paula salieron a caminar durante la tarde del domingo 9 de noviembre de 1997 por la zona Circunvalación y San Luis, una zona alejada del casco urbano en aquel entonces. Al caer la noche desaparecieron. La policía dijo que había que esperar 48 horas para realizar la búsqueda.
La comunidad decidió comenzar el rastrillaje, que ante la presión social, la policía dio inicio a las tareas de búsqueda. Un vecino encontró los cuerpos en la zona de Los Olivillos. Tenían marcas de ataduras, golpes y heridas de bala.
La justicia solo pudo condenar a Claudio Kielmasz, quien permanece preso en el penal de Roca. Kielmaz y Hugo González Pino fueron condenados en julio de 2001 por el “secuestro agravado” de las jóvenes, pero el Superior Tribunal de Justicia anuló la condena del último y avaló la hipotética participación de otros tres sujetos que nunca fueron identificados.
Las hipótesis que se estimaban sobre la participación de la fuerza policial en el hecho y familias con poder político y económico de la ciudad, no encontraron sustento prueba durante la investigación que recibió una serie de cuestionamientos por parte de la sociedad.
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