Un arranque con claroscuros
'Cipo' fue mejor que Universitario, pero errores propios lo llevaron a empatar sobre el final.
CIPOLLETTI (AC).- La racha de Cipolletti corrió riesgos y casi se termina anoche. Juventud Unida Universitario estuvo a punto de llevarse los tres puntos de la «Visera», pero Diego Bissio estampó el empate en el último minuto y ahora las estadísticas marcan dos años y cinc días sin derrotas.
Fue 2-2, en el inicio del Clausura del Argentino A, ante más de 2.000 personas. Para seguir con las cifras: se trata de la cuarta igualdad en 26 partidos.
La versión albinegra 2004 no arrancó de la mejor forma. A los 14, cuando todo era parejo, un error de Sergio Ciattaglia ante un remate de César Riberi, que en apariencia ni siquiera iba al arco, enmudeció a la «Visera».
Después, salió un monólogo de «Cipo». Si bien transitó demasiado por la zona derecha, vía Diego Landeiro, el local creó las únicas situaciones durante la primera mitad y en ningún momento debió estar abajo en el marcador.
El empate estaba al caer y se dio a los 27. Luego de una salida rápida, se encontraron Lorenzo Frutos, Henry Homann y Landeiro, quien amagó y le pegó al primer palo. De repente, apareció el «Toto» Méndez -la figura-, la desvió y decretó el empate.
La superioridad albinegra se extendió hasta el entretiempo y lo más justo era una victoria, pero el palo le dijo que no a un buen remate de Landeiro, a pocos minutos del cierre de la etapa.
Cuando los pronósticos indicaban que el dominio cipoleño iba a continuar en el complemento, la expulsión de Frutos puso interrogantes. Para el árbitro Alejandro Juan el enganche se tiró en el área en una jugada «muy fina», pero lo cierto es que se complicaron los planes para los muchachos de Perilli.
Con uno más, los puntanos se animaron y salieron de la cueva. No alcanzaron a marcar una clara diferencia, pero mandaron un aviso y después facturaron. El verdugo, Martín Carrillo, un viejo conocido que sabe muy bien lo que es hacerle goles a «Cipo», con la camiseta de Villa Mitre.
Por segunda vez en el partido, el local estuvo contra las cuerdas y fue al frente. Buscó y buscó, pero la diferencia numérica se notó y además, la visita se refugió bien atrás.
Sin embargo, el milagro llegó al final y fue con combo. Diego Bissio la empujó de cabeza y en la salida, desde la mitad de la cancha, Carrillo le sacó astillas al travesaño de Ciattaglia. No era la noche para que se corte la racha.
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