Un bloque a la deriva

Sobre el Mercosur.

Editorial

Mientras negocia un acuerdo de libre comercio con Europa, el Mercosur define su futuro en medio de una virtual acefalía y con varios integrantes sumidos en disputas y crisis internas que hacen temer por el futuro de la asociación aduanera y comercial.

El último incidente ocurrió esta semana entre Uruguay y Brasil, en medio de la pulseada por la presidencia temporal del bloque, que en teoría debería ocupar Venezuela, pero a la que se resisten tanto Brasil como Argentina porque temen que traslade a la región la situación de crisis política y económica que vive actualmente el país caribeño.

Esta actitud molestó a Uruguay, a cargo actualmente de la presidencia, que vio cómo su mandato fue extendido de hecho y casi sin consultar. El entredicho comenzó luego de que se divulgara una exposición del canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa en el Congreso, donde habló de “presiones” de su par brasileño, José Serra, para que Montevideo desista de traspasar la presidencia a Venezuela, cuyo turno debiera haber empezado este mes y que su presidente Nicolás Maduro pretende asumir de forma automática, derecho que no ha sido reconocido por los otros socios del bloque. “No nos gustó que el canciller Serra viniera a decirnos qué tenemos que hacer”, dijo Novoa, sugiriendo además que Brasilia había prometido llevar a Uruguay a otras negociaciones internacionales “como queriendo comprar el voto” de ese país. Tras el llamado a consultas de embajadores y gestiones diplomáticas, el incidente se dio por superado.

Sin embargo, el problema de fondo es otro: hay un intento de algunos miembros fundadores del bloque de apartar a Caracas de su membresía plena del Mercosur, alegando el incumplimiento de los compromisos económicos asumidos cuando se integró a la asociación. La iniciativa proviene sobre todo de Brasil y Argentina, que paradójicamente fueron los principales impulsores de su ingreso en el 2006, cuando el poderío energético del país caribeño y el liderazgo de Hugo Chávez eran bien mirados por las administraciones de entonces, a pesar del recelo de socios más chicos, como Paraguay.

Es cierto que Venezuela, inmersa en un proceso de fuerte control estatal de su economía, no cumplió jamás con ninguno de los compromisos económicos asumidos al ingresar, sobre todo en tema aranceles y liberalización comercial interbloque, pero hasta los recientes cambios de gobierno (Mauricio Macri en Argentina y Michel Temer en Brasil) esto no había sido problema.

Las nuevas administraciones de los miembros más fuertes del bloque tienen muchas expectativas en las negociaciones de un acuerdo económico birregional con la Unión Europea, mientras que Nicolás Maduro rechaza abiertamente ese tipo de compromisos. De allí que su presidencia de seis meses en el bloque podría entorpecer las negociaciones, opinan tanto Brasilia como Buenos Aires.

De hecho, para sumar tensión, ayer Paraguay decidió congelar las relaciones con Venezuela, después que Maduro realizara duros cuestionamientos a su gobierno.

El problema es que, como ocurre normalmente, los principales socios del Mercosur realizan acciones por su cuenta sin considerar a los socios minoritarios lo que aumenta las fricciones ante cada decisión.

Este dista de ser el marco de unidad y coordinación esperable ante una negociación de la envergadura que tiene la que se realiza con el bloque europeo, sobre todo a la hora de abordar complejos temas como los subsidios agrícolas y las barreras arancelarias. Para colmo, los escándalos de corrupción en Brasil amenazan con minar los liderazgos de Temer y su canciller Serra en su país, ambos involucrados hace unos días en el escándalo Petrobras, por lo que habrá que esperar al término del juicio político a la suspendida presidenta Dilma Rousseff y el avance de los procesos judiciales para saber si contarán con la fortaleza política para tomar decisiones clave.

En este sentido, el objetivo señalado por la canciller argentina Susana Malcorra de construir “un bloque más sólido, que integre realmente nuestras economías y llegue al mundo de la mejor manera” pareciera estar más lejos que nunca.


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