Un chico desapareció en el canal

ROCA (AR).- El día más caluroso en lo que va de la primavera terminó de la peor manera para una familia del barrio roquense de J.J. Gómez. Su hijo Franco, de sólo 11 años, desapareció en aguas del canal principal de riego, mientras buscaba sofocar las altas temperaturas en compañía de dos amigos.

El lamentable episodio ocurrió ayer, poco antes de las 16.30, a unos 100 metros aguas arriba de la pasarela que se encuentra a la altura de la calle Félix Heredia.

Los tres menores se habían reunido poco antes en las calles de J.J. Gómez y decidieron llegar hasta el profundo curso de agua que atraviesa el Alto Valle para bañarse.

Sin embargo, la desesperación se abrió paso ante la alegría tan solo en un segundo. Fue cuando Franco Gherscetich desapareció de la vista de sus amigos, que de inmediato advirtieron que algo malo había pasado.

La imagen del pequeño se perdió y sólo apareció nuevamente unos segundos más tarde, varios metros adelante, cuando una chica que caminaba por la orilla divisó el cuerpo e intentó alcanzarlo con sus manos, relataron las fuentes policiales consultadas en el lugar. La testigo no habría podido confirmar si la víctima del accidente se encontraba con vida al momento de divisarlo, aunque la ausencia de movimientos para que lo ayuden hacía presumir la opción más lamentable.

Entre los bomberos y uniformados que encabezaron el operativo de búsqueda se extendió el comentario que indicaba que el menor no tenía incorporadas todas las técnicas para desenvolverse en el agua, aunque este dato no constituía una certeza anoche, cuando los rastrillajes se suspendieron.

La tarea de los bomberos se concentró durante buena parte de la tarde en inmediaciones de la pasarela que se encuentra a escasos 50 metros del CEM 68, sobre la calle Félix Heredia. Uniformados indicaron que en la base de ese tramo del canal existe una gran cantidad de lama y por eso se presumió que el cuerpo podría haber quedado atrapado. En el lugar también existe una estructura metálica con maderas, utilizada por muchos bañistas como trampolín, y se pensó también en la posibilidad de la detención del cuerpo en los caños sumergidos.

Mientras los bomberos recorrieron en lancha una y otra vez distintos sectores del canal, los padres del pequeño aguardaron nerviosos en una casa ubicada a unos 20 metros de la orilla.


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