Un ciclo sin fin de aperturas y cierres de actividades

Al contrario de lo que ocurría en los primeros meses de pandemia, en gran parte de Argentina se suceden las reaperturas progresivas mientras Europa y Estados Unidos vuelven a endurecer las medidas.

Hace algunos meses, cuando todavía llevábamos pocas semanas del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno, veíamos a la distancia cómo varios países de Europa comenzaban con reaperturas de actividades progresivamente a medida que dejaban atrás las bajas temperaturas.


Fue así que mientras en nuestra región se restringían la mayoría de las actividades sociales y se delimitaban franjas de horarios para cuestiones comerciales, por televisión observábamos como en Italia o Francia habilitaban bares, turismo interno, discotecas y todo aquello que a principio de año todavía formaba parte de nuestro día a día.

Hoy, a fines de septiembre y con millones de contagios y fallecimientos por el coronavirus, la situación dio un giro de 180 grados y mientras en nuestro país vemos una reapertura progresiva, en Europa y Estados Unidos hay cada vez más restricciones.

Para dar un ejemplo, en la jornada de ayer el banco JP Morgan, que tiene más de 120 mil empleados en Estados Unidos, pidió a sus trabajadores continuar con el home office al menos hasta 2021 debido al aumento de casos en el país. En contrapartida, las últimas semanas se habilitaron las reaperturas de bares, confiterías y restaurantes en gran parte de Argentina.

El contraste es muy notorio, sobre todo a medida que los días empiezan a estar más cálidos en nuestra región y el otoño gana territorio en el hemisferio norte.

En Madrid, hay choques entre el gobierno nacional y el de la comunidad por las restricciones.


En las últimas horas, se presentó un modelo piloto de lo que podría ser el turismo interno en la provincia, con Bariloche como punto destacado y un protocolo para definir quiénes podrían viajar y bajo qué condiciones.

Al mismo tiempo que ocurría esto, Israel imponía una extensión a su cuarentena, que se endureció después del 18 de septiembre por la enorme cantidad de casos en las últimas semanas. De hecho, el ministro de Salud, Yuri Edelstein, aseguró que “la apertura de la economía y de nuestras vidas será gradual y lenta” luego de haber levantado la mayoría de las restricciones en los primeros meses de pandemia y tener que dar un volantazo sobre la marcha.

Algo similar ocurre en Rusia, donde se decidió extender una semana más las vacaciones escolares debido a los crecientes números, que ya rondan los 8 mil casos diarios en promedio.

Esta situación no hace más que confirmar algo que ocurre desde el comienzo de la pandemia: al tratar con un virus del que se va conociendo información con el tiempo, las medidas deben ser tomadas a largo plazo y los cambios de estrategia día a día son una cuestión lógica que sucede en todo el mundo.

Datos

100
millones de dosis de vacunas contra el Covid se reservaron para los países “más pobres” según afirmó ayer la OMS.
2.000
millones de vacunas son el objetivo de distribución de OMS de aquí a fines de 2021.


En España, por ejemplo, hay una discusión entre el gobierno nacional y la Comunidad de Madrid, que aplica medidas menos restrictivas aún cuando el ministro de Sanidad del país pide que lo escuchen y que se tomen el tema con mayor seriedad.

Italia debió endurecer las medidas en las últimas horas, y en cuatro de las veinte regiones del país ya exigen el uso obligatorio de barbijo en lugares abiertos. Esta situación es impactante sobre todo porque hasta hace pocos días observábamos que los italianos disfrutaban el turismo interno sin inconvenientes y, en su mayoría, sin mascarillas.

En nuestro país, mientras los números siguen siendo altos, los distintos gobiernos provinciales y municipales continúan disponiendo de aperturas y restricciones en función del avance semanal de los casos. En líneas generales, se habilitan más actividades comerciales y sociales con el avance del tiempo, después de unas restricciones totales durante los primeros meses que generaron ciertas molestias en un sector de la población.

Todo parece indicar que estas medidas cíclicas que oscilan entre aperturas y cierres continuarán alternándose en función de los casos semanales hasta que haya más certezas sobre las vacunas, las cuáles aún están en fase de testeos y de las que la OMS alertó que hasta mediados del 2021 no habrá mayores avances, aún cuando varios países aseguran que tendrán dosis disponibles antes de fin de año.


La armonía entre no saturar el sistema de salud, permitirle a la población momentos de esparcimiento y darle aire a una economía globalmente castigada sigue siendo un camino difícil de transitar. Y hasta que no haya vacuna, los gobiernos de todo el mundo deberán mantener el equilibrio.


Desde la OMS muestran “esperanza”



La Organización Mundial de la Salud dijo ayer que el hecho de que la cifra global de muertos por coronavirus haya superado el primer millón constituye “un momento difícil para el mundo”, pero aseguró que “hay destellos de esperanza que nos alientan ahora y en el futuro próximo”.

La base de datos de la OMS sobre la pandemia indica que, hasta ahora, recibió la confirmación de 999.239 decesos por parte de las autoridades nacionales de más de doscientos países en los que el virus circula o estuvo presente en algún momento.

Los casos confirmados superan hoy los 33,2 millones, de acuerdo a los datos oficiales de la OMS, con 180.362 nuevos afectados en las últimas 24 horas, lo que supone un aumento diario inferior a la media de las últimas semanas.


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