Un dirigente político ocultado y olvidado

Emilio Belenguer, gobernador del Territorio Nacional de Río Negro

HÉCTOR JORGE COLÁS (*)

El lunes uno de noviembre de 1951, la empresa del ingeniero Gabriel Ramón Ibarra y Asociados inició los trabajos de construcción del canal principal de 60 kilómetros de extensión del proyecto de colonización del Valle Inferior de Viedma. El presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, le había anticipado al gobernador de Río Negro, Emilio Belenguer, la decisión oficial de comenzar las obras de riego con un programa de sistematización que abarcaría 48.000 hectáreas y un presupuesto final de 50 millones de pesos. Al trascender la noticia, la población de Viedma espontáneamente se concentró en la Plaza Alsina para exteriorizar su júbilo y su fe en la materialización de un largo y postergado sueño comunitario. El mandatario, en un emotivo discurso, recordó que al asumir la gobernación de Río Negro –el 20 de diciembre de 1949– señaló como uno de los principales objetivos de su gestión la concreción de las obras de riego del Valle Inferior. “Hoy siento una doble emoción. La del hombre que ve convertido en realidad el anuncio que hiciera oportunamente y la del gobernante que confundido en un abrazo con su pueblo festeja la cristalización de un anhelo colectivo”, manifestó en esa ocasión el titular del entonces territorio nacional. Esa gloriosa jornada y los seis años de productiva gestión del gobernador justicialista y sus colaboradores fueron borrados de la historia oficial de Río Negro. Emilio Belenguer nació el 17 de marzo de 1907 en un paraje denominado Buena Parada –nombre que actualmente identifica un barrio de la ciudad de Río Colorado–. Hijo de Manuel Belenguer y Dolores Borrás, una pareja de inmigrantes españoles que se radicó en la Patagonia. Tuvieron nueve hijos. Emilio fue criado por sus tíos que vivían en Darwin. Cuando cumplió 18 años entró a trabajar en los talleres del Ferrocarril del Sud en Bahía Blanca. En la década del 20 se afilió a la Unión Cívica Radical. Por su actividad gremial fue elegido delegado y posteriormente sus compañeros lo consagraron secretario general de la Seccional Bahía Blanca de la Unión Ferroviaria. Fue afiliado radical hasta que, por cuestiones sindicales, conoció al entonces coronel Perón en la Secretaría de Trabajo de la Nación. Afiliado al Movimiento Nacional Justicialista, Belenguer participó en todo el proceso de cambio que se registró en la Argentina en la década del 40. En 1945 fue designado delegado regional de Trabajo y Previsión en Bahía Blanca. En el proceso electoral del 24 de febrero de 1946, la fórmula compuesta por Perón y Hortensio Quijano se impuso al binomio de la Unión Democrática, integrada por los radicales José P. Tamborini y Enrique Mosca. A pocos días de asumir la Presidencia de la Nación en 1946, Perón designó gobernador del Territorio de Neuquén a Belenguer, como una forma de reconocimiento por su intenso trabajo en los campos gremial y político. Realizó una eficiente gestión. Con objetivos progresistas, consideró que los trámites administrativos debían hacerse con celeridad, ya que las dilaciones y demoras perjudicaban todas las actividades del gobierno provincial. Finalizó su mandato el 30 de septiembre de 1949. Posteriormente Belenguer fue designado gobernador del Territorio Nacional de Río Negro. Se constituyó así en el primer ciudadano rionegrino que, con carácter de titular, desempeñó el cargo de gobernador. Al tomar posesión del cargo en Viedma el 20 de diciembre de 1949, afirmó que durante su gestión sería digno garante de la convivencia ciudadana y proclamó como objetivos fundamentales y prioritarios de su gobierno el mejoramiento de la salud pública y de la educación. Además, prometió concretar el viejo sueño de las obras de riego para el Valle Inferior del Río Negro y, asimismo, expandir la zona irrigable en toda la extensión de los ríos Negro y Colorado. En 1951, durante su gestión, consiguió que la Dirección General de Agua y Energía Eléctrica licitara la construcción de la represa niveladora en Salto Andersen, sobre el río Colorado. El mandatario logró que en el Primer Plan Quinquenal se planificara la construcción de 35 escuelas en distintas localidades del Territorio de Río Negro. El gobernador apoyó con entusiasmo el Programa Turístico Nacional planificado por el gobierno de Juan Perón. Belenguer durante sus encuentros con Perón insistió en la necesidad de construir siete establecimientos hoteleros ubicados en lugares estratégicos y de singular atractivo turístico. Entre ellos el majestuoso Hotel de Turismo de Viedma que, a partir de 1955, fue transformado para albergar distintas oficinas públicas. El dictado de la ley 14408 provincializó los Territorios Nacionales de Formosa, Neuquén y Río Negro y fusionó a Santa Cruz y Tierra del Fuego en una nueva provincia que se llamaría “Patagonia”. Belenguer presentó la renuncia al cargo de gobernador y se lo designó a partir del 1 de julio de 1955 comisionado nacional de la nueva provincia argentina. El funcionario tendría bajo su responsabilidad la tarea de poner en marcha las instituciones del flamante Estado. Pero su accionar duró apenas dos semanas. El golpe encabezado por el general Eduardo Lonardi, el 16 de septiembre de 1955, desplazó al gobierno constitucional conducido por Juan Domingo Perón. El 17 de septiembre de 1955, en el Salón Gris de la Casa de Gobierno, el teniente coronel Gualberto Wheeler asumió como interventor federal en la provincia de Río Negro. Luego de entregar el gobierno, Belenguer, al igual que sus ministros Juan Paolini, Manuel Tizón y Guillermo Andrigo además del titular de la Comisaría Primera de Viedma, Ricardo Hugo Mauri, fueron encarcelados. Estaban acusados de graves delitos previstos y sancionados por el Código Penal. La Justicia no pudo nunca comprobar esas acusaciones vertidas por una comisión investigadora conformada por vecinos notables de Viedma. La distorsión de la historia rionegrina formó parte de la estrategia planificada por la Revolución Libertadora. Ese programa de “desperonización“ fue sistemáticamente ejecutado por los militares en su primera etapa, pero posteriormente fue rigurosamente cumplido por gobernadores radicales civiles. Es lamentable que en el 2013 siga vigente la impunidad estructurada en ese lamentable proceso institucional. Está distorsionada y deformada la verdad histórica. Es incorrecto y falaz fijar el nacimiento de los trabajos de colonización del Valle Inferior tomando como fecha de referencia el día de promulgación de la ley 200, que se produjo el 9 de agosto de 1961, durante el gobierno de Castello. Esa fecha, que es importante, recuerda solamente la creación del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (Idevi) durante el gobierno radical, pero nadie nunca aclaró hasta la fecha que era la continuación de las obras programadas y ejecutadas por el gobierno peronista una década antes. El destino se ensañó con Emilio Belenguer. No pudo concluir su mandato como comisionado federal. Tampoco presentarse como candidato a gobernador en las elecciones convocadas para el 23 de febrero de 1958. En 1962 fue elegido por la voluntad soberana del pueblo diputado nacional y Frondizi anuló las elecciones. Finalmente, el 25 de mayo de 1973 pudo asumir como senador nacional. Pero el siniestro golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, encabezado por el genocida Jorge Rafael Videla, le impidió concluir su mandato en el Congreso Nacional. Acompañado por su familia, olvidado y ocultado políticamente, se fue a vivir a General Roca, donde falleció el 20 de abril de 1992. Tenía 85 años. Bibliografía: La Provincialización de Río Negro, de Jorge Entraigas. Archivo del diario “La Nueva Era”- Provincia de Río Negro – Tres años de Gobierno- Tomo I – 1961 y Diario “Río Negro”.


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