Un espacio alternativo en medio de un paraíso natural

Para llegar al lugar hay que bordear Luis Beltrán, por el camino de Rincón de Cruz, hasta un camino de ripio donde hay que andar al menos un kilómetro y medio. En la entrada un portón rojo con figuras que remiten a los pueblos indígenas del norte del país. La chacra está repleta de plantas: frutales, verduras, especies autóctonas que no sólo han sido mantenidas, sino en algunos casos sembradas para conservar el sitio. A la antigua casa de chacra, los Kukis la adaptaron dejándola convertida en un verdadero centro de estudios alternativos, llena de belleza, de colores que despiden los vitrales o los cuadros o las decenas de adornos que cuelgan de las paredes y del techo. Allí construyeron dos habitaciones, con capacidad para 12 personas, con brillantes pisos de madera. En el fondo de la casa, una enorme estancia es una sala de ensayo para teatro, danza o yoga. Con equipo de luces y sonido, y enormes cortinados negros que permiten aislar el lugar, es un sitio ideal para la experimentación teatral. A pocos metros corre suavemente el río Negro. Este proyecto a germinado en otros vecinos. Al menos 20 de ellos han comprado tierras para hacer una eco-comunidad en las afueras de Beltrán. El proyecto crece y suma familias que buscan una alternativa amable para sus vidas. (AVM)


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