Un largo camino musical sintetizado en una noche

A las 21 del domingo estaba todo más que listo para que el recital de La Sole comenzara. Desde más temprano una gran luna llena (que nunca se iría) acompañaba a los ansiosos y a los puntuales, mientras los últimos lugares de la sala se iban ocupando con aquellos que entran justo antes de que el recital comience.

Alrededor de las 21:30 y con la sala del Rainbow del Casino Magic totalmente completa, las luces se terminaron de apagar y empezó a sonar el recitado a la luna de Adriana Varela.

Después si comenzó lo que todos estaban esperando, la música. Los acordes de “Canta” sonaron en manos la banda que acompaña a Soledad Pastorutti y automáticamente los celulares de la sala comenzaron a filmar.

Es que estaba anunciado, pronto La Sole saltaría al escenario para demostrar por qué hace 20 años que está en escena. Y lo hizo provocando un estallido en el público, que se repitió a lo largo de todo el recital cada vez que el Huracán de Arequito finalizaba una canción.

La reproducción de audios fue un recurso muy utilizado y le aportó al recital un plus fantástico. Como por ejemplo cuando luego de finalizado el primer tema la sala comenzó a escuchar a su ídola en una entrevista de sus comienzos cuando era sólo una niña. Seguido, una grabación de Teresa Parodi anunciaría la llegada a escena de su chamamé “Apurate José”.

“Este va a ser un show diferente porque estamos cerca”, fueron las primeras palabras de Pastorutti para su público valletano.

Y siguió: “No pudimos traer el ballet, pero para los que no saben les cuento que es show extenso para festejar los 20 años de carrera o camino. Tengo muy claro que si no fuera por el sexto sentido del público de aquel primer Cosquín yo no estaría acá”

“Vamos a recorrer varias canciones de todas las épocas. Esperamos ser justos. No podemos tocar todos los discos porque no nos iríamos más”, bromeo la cantante antes de dejarle paso al bandoneón que marcaría el comienzo de un enganchado de temas que el público acompañó con palmas, como sucedería durante todo el recital.

Sonaron, entonces, fragmentos de “Kilómetro 11”, “A mi Corrientes”, “Odiame”, “Alma, corazón y vida” y “Propiedad privada”.

Después de una de las primeras grandes ovaciones de la noche llegó el turno de “Salteñita de los Valles”, “De mi madre”, “Cuando llegue el alba”, “Cautivo de Til Til” y “Canción del jornalero”.

“Pilchas Gauchas” es el tema que le hizo abandonar la banqueta y con ”Trasnochados espineles” mostró sus dotes en la danza y le dio un guiño a los neuquinos cambiando un poco la letra: “Si usted nunca fue a Neuquén no conoce mi país”, entonó La Sole.

El calor del show se empezó a hacer sentir y la cantante de Arequito se sacó el abrigo que llevaba puesto para interpretar “Del norte cordobés”, “Si de cantar se trata” y “Entre a mi pago sin golpear” y para prepararse para “A Don Ata”, con el clásico revoleo de pocho incluido.

Y de eso nadie se privó, todas las banderas o prendas comenzaron a verse revoleadas por el aire.

Luego, Soledad se tomó su tiempo para contarle al público cómo había surgido el show de aniversario que incluye muchos invitados.

“Empecé con las canciones que me parecía que no podían faltar y cada canción me llevaba a una persona especial, a un referente, a un ídolo, a alguien que con sus consejos o acompañamiento también me ayudó”, relató.

En la noche neuquina la mayoría de los invitados dijeron presente en forma virtual, pero hay una que lo hizo físicamente: Marité Berbel, acompañada por su hijo Traful en guitarra.

“Ella no podía faltar esa noche, porque su canción, la canción de su familia, que es la canción de ustedes también, fue para mi toda una revelación”, dijo La Sole antes de presentarla.

Ya las dos en escena aprovecharon para contar algunas anécdotas de las que el público fue cómplice y con las que se divirtió.

Ya sin más preámbulos se dispusieron a cantar y lo hicieron con nada mas y nada menos que “Amutuy Soledad”.

Ya sola de nuevo y tras otro fragmento de una de las tantas entrevistas que dio en su carrera, llegó el tiempo de “Zamba de amor en vuelo”.

Para cerrar la primera parte del show le siguieron clásicos como “El duende del bandoneón”, “Del Chúcaro”, “El que toca nunca baila”, “Chacarera del milagro”, “La vieja”, “Para mi vuelta”, “Chacarera de un triste” y los más aplaudidos “Luna cautiva” y “Balada para un loco”.

Mientras Soledad se cambiaba la remera negra por una blanca, los músicos no pararon de tocar. A la vuelta mostró su lado más pop con “Vivir es hoy” y “Tocando al frente”, esta última interpretada en un dúo virtual con Abel Pintos.

Cuando el final del show estaba acercándose llegó una nueva tanda de temas enganchados que incluyó un repertorio “más latinoamericano”, como la propia cantante lo definió.

Sonaron “Esta vida”, “Tambores del sur”, “La raíz de mi tierra”, “Amarraditos” (que cantó a dúo y teatralizó con Pablo Cordero), “Todos juntos” y “Yo quiero a mi país”.

Después de que el público la vivara con un “Ole, ole, ole, ole Sole, Sole”, ella anunció que comenzarían a sonar los últimos temas de la noche.

Un nuevo audio, esta vez de Mercedes Sosa, le dio paso a “Agua, fuego, tierra y viento”. Y una grabación de Horacio Guaraní dejó la noche preparada para “Nada tengo de ti”.

Con el público aplaudiendo de pie, La Sole se despidió con un “Muchas gracias Neuquén”, pero tal como lo había anticipado antes tuvo el si fácil y volvió para una serie de bises. Entonó “Lejos de ti”, “El Bahiano”, “Tren del cielo” y “Mi mejor sueño”, mientras la gente coreaba y bailaba para cerrar un recital de dos horas al que no le faltó nada.

Los 20 años vinieron con un repaso por los mejores y más emblemáticos temas de su carrera.

mauro pérez

“La prueba de sonido re linda y emocionante. No esperábamos venir acá y fue todo muy repentino. Estamos re emocionados”,

contaron los ganadores de la entrada a la prueba de sonido del show.

La alegría de conocer a La Sole

Después del show se realizó un Meet and Greet, organizado por el banco Macro, donde alrededor de 35 personas tuvieron la oportunidad de conocer a Soledad, sacarse una foto con ella, darle un beso y obtener un autógrafo.

Otros muchos esperaban puertas afuera de la sala para ver si la podían “pescar” cuando saliera.

Es que se sabía que dos horas después del show del domingo por la noche La Sole y todo su equipo se subirían nuevamente a la ruta para seguir de gira por el país.

Una de las afortunadas fue Lorena Bacigaluppe, que se ganó la entrada a través del sorteo que realizó el Club Río Negro.

“Estaba un poco nerviosa al momento de conocerla, no quería molestarla. Estuvo lindo y darle el ramito de flores que para mi es un gran símbolo por dedicarme a eso. Estuvo re lindo, me encantó”, dijo la fanática que se dedica a hacer ramos de flores para casamientos.

Un largo repertorio

“Es una emoción siempre cantar con ella, a mi me conmueve sobre todo su simpleza. Tenemos cuestiones de complicidad cuando nos juntamos en ese ‘Amutuy”,

señaló Marité Berbel después de cantar con Sole.

El sábado, antes de llegar a Neuquén, La Sole deleitó a miles de personas en el escenario principal de la XI Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción, en Chos Malal.

Una visitante destacada

El domingo por la noche, después de que el recital y el Meet and Greet terminaron Soledad Pastorutti fue declarada Visitante Destacada de la ciudad.

El concejal Santiago Montórfano, en representación de todo el Concejo Deliberante y de la ciudad, fue el encargado de entregarle a la cantante la placa que la distingue como Visitante Destacada y una bandera de la ciudad para que le quede de recuerdo.

son los músicos que acompañaron a Soledad Pastorutti tanto en el recital de Neuquén como en el que dieron en la Fiesta del Chivito.

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El público disfrutó mucho del extenso recital. Aplaudió, coreó, bailó, se emocionó, filmó y fotografió el recital de principio a fin.

Entre aplausos, fotos y baile