Un líder que inquietaba a la dictadura
Orlando Letelier, nacido en 1932 en Temuco, se había convertido en la principal voz del exilio chileno contra Pinochet, que le retiró la nacionalidad pocos días antes de que un sicario activara por control remoto la bomba colocada en los bajos del automóvil.
Estaba considerado como uno de los pocos con capacidad para constituir un Ejecutivo chileno en el exilio y su presencia en Washington era peligrosa para Pinochet. Pero él, repiten sus allegados, nunca creyó posible que fuera a intentar matarlo allí.
Todo el mundo lo conocía en Washington y presionaba en el Congreso estadounidense buscando romper la cercanía con la dictadura de Pinochet que había cimentado el secretario de Estado Henry Kissinger primero con Richard Nixon y luego con Gerald Ford. Ese alejamiento se logró con la llegada a la presidencia del demócrata Jimmy Carter.
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