Un manto sin piedad para Intoxicados

El bajista Jorge Rossi habla del final de la banda que lideraba Pity Alvárez. Y sobre todo, de él, de la difícil relación que los unió al final y de los excesos que terminaron minando al grupo.

Jorge Rossi quien fue bajista de Intoxicados, dijo que el final de la banda se debió a diferencias con el líder Cristian «Pity» Álvarez, al punto tal que, según expresó, a ninguno de los integrantes de la banda le gustó el último disco «El exilio de las especies».

«A ´El exilio…´ lo produjimos con ´Burbujas´ Pérez y lo mezclamos nosotros, pero ´Pity´ apareció una noche en el estudio, lo cambió todo y sentimos que no salió tan bueno como el anterior», ejemplificó Rossi en entrevista con Télam.

En busca de más datos sobre las discrepancias con «Pity», consignó que «hubo problemas personales y musicales y, por eso, nuestros últimos recitales eran tristes y algo patéticos en que el clima feo se notaba porque los cinco somos muy sinceros».

A medida que las relaciones fueron deteriorándose, Rossi y el tecladista Adrián «Burbujas» Pérez empezaron a trabajar en Manto, un nuevo grupo que comparten con el guitarrista Carlos García López.

A mediados de 2008, Pity se refugió en Córdoba con las chicas de Lucila Cueva, entonces Rossi y Pérez se reunieron con la bajista María Eva Albistur, el guitarrista Carlos «Negro» García López y el baterista Fernando Samalea, dieron un par de shows y grabaron varias canciones en Circo Beat.

Tras unos shows en diciembre en el Auditorio Sur, Rossi, Barrozo y Pérez dejaron Intoxicados y a pesar de estas deserciones, Pity brindó un catastrófico show en Mar del Plata y otro, un poco más correcto, en el Cosquín Rock.

El guitarrista Felipe Barrozo fue el primero en irse y tiene una banda propia con la que toca sus canciones, aunque mantiene buena relación con Rossi y Pérez.

Mientras Álvarez se prepara para la gira y disco de regreso de Viejas Locas, Rossi se dedica a mostrar Manto, su nuevo proyecto, que completa su formación con los ex Turf Fernando Caloia y Nico Otavianelli, en batería y bajo, respectivamente.

-¿Te costó bajarte de Intoxicados?

-Sí, me costó mucho, los quiero a los pibes. Hablé con «Pity» hace poco, antes del Cosquín, y me confesó que había dicho cosas que no tenía que decir y yo le dije lo mismo. Pero también necesitábamos parar por una cuestión de salud mental.

-¿Cómo tomaron el alejamiento tu familia y tus amigos?

-Los amigos y la familia me dijeron «menos mal que te bajaste» porque ellos se daban cuenta que ya no estábamos bien. Había choques, peleas, discusiones fuertes con muchas puteadas.

-¿Cuándo se produjo el final?

-Fue en aquellos conciertos de fin de año en el Auditorio Sur. Felipe venía cansado y harto y al segundo show se bajó. Vino un día a la sala, nos dijo que se iba, agarró sus equipos y se fue, luego de, obviamente, cruzarse con «Pity». Después de que terminaron esos conciertos nos bajamos Adrián y yo.

-¿Ustedes sostenían el grupo cuando «Pity» estaba mal?

-Cuando Álvarez no estaba bien para ensayar, con Felipe y Adrián nos hicimos cargo para ensayar, pero toda nuestra entrega ya no tuvo respuesta.

-Los excesos de casi todos tampoco ayudaron…

-Obvio. Hay un momento en el que decís «yo no quiero ser el Sid Vicious del rock argentino» y parás. Cuando todo deja de ser divertido hay que parar.

En Intoxicados hubo descontrol y yo también descontrolé, pero cuando afecta a lo musical, ya se pone aburrido y no contribuye a la música. Eramos bravos, y como no calculábamos, se nos fue de las manos.

-¿Ahora se pasó la bronca?

-Sí, ya se me fue la calentura. Lo que deseo ahora es que «Pity» esté mejor porque así no le sirve a nadie y se queda solo.

No sé si podría haber una vuelta de Intoxicados, lo único que quiero es que «Pity» se ponga bien.

-¿Qué es Manto?

-Manto es la nueva vida de Jorge Rossi. Lo hicimos porque queríamos algo nuevo y se basa en algunas canciones que tocamos en Intoxicados y otras que tenía guardadas.

En el marco del armado de Manto se dio una oportunidad de grabar con María Eva Albistur, Fernando Samalea y el «Negro» García López, así que pagué dos días en Circo Beat, grabamos y mezclé cinco canciones para movernos, para promocionarnos. (Télam).


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