Un taller que invita a pensar la educación sexual en la adultez

Lo organiza un grupo de docentes de Neuquén. El propósito es indagar sobre los contenidos de la ley ESI, ya no en el ámbito en la escuela, sino en el acompañamiento a las nuevas generaciones.

Cuando se habla de ESI se piensa en escuelas, el espacio donde pareciera habitar y desarrollarse todo lo que concierne a la educación. También lo circunscribe a niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, ¿las personas adultas tienen clara la sexualidad? Un grupo de docentes altamente formadas en la materia decidió saltar el muro escolar para tender puentes con un mundo de certezas muchas veces superficiales, que no tiene tan claro dónde encontrar respuestas y cómo acompañar.

Tal vez sea común haber llegado a las sexólogas Alessandra Rampolla o a la Licenciada Cecilia Ce, con miles de seguidores en redes sociales y venta de libros a la par. Pero las profesionales neuquinas idearon otra herramienta, un taller: “lo que no tuve para mí, que sea para elles”. Fue la primera actividad oficial de “LiberANDO”, un grupo que integran la socióloga Florencia Elissetche, la psicóloga social Graciela Soberón y la profesora de primaria Mirta Garraza.

Igual, si les preguntan, las tres responden que son amigas docentes. Trabajaban juntas en el Equipo Técnico Provincial de ESI del ministerio de Educación. Cuando, por distintos motivos, dejaron esta área, lo que parecía un final se convirtió en un principio porque se pusieron a pensar en la presencia de la ESI en todos los espacios de sus vidas. Se les ocurrió “LiberANDO” como un espacio para ellas, donde liberar mandatos, sentires y experiencias, para construir nuevas oportunidades. Pero el compromiso y la experiencia las llevaron a querer romper con prejuicios, mitos sobre la sexualidad y su impacto en la vida, cambios que solo vienen de “la reflexión conjunta, colectiva, en comunidad”.

En agosto dieron a conocer su primer taller. La participación fue diversa, entre gente que también estaba formada, familiares de una persona con discapacidad que notaban que la sexualidad le estaba negada o una madre que quería “herramientas para acompañar a sus hijes”.

Lo primero fue abordar “qué no tuve para mí”. Les consultaron si habían recibido educación sexual y la respuesta rápida fue “no”. Sin embargo, un poco de reflexión mostró que en realidad sí, pero no con la perspectiva actual. “Sí tuviste y sí hay ideología que se muestra cuando planteas un posicionamiento, en el saludo, en la mirada, en cómo crías a un varón, qué valor le damos a los sentimientos”, describió Elissetche.

El paso siguiente fue pensar cómo acompañar las sexualidades, teniendo en cuenta que hay una generación que nos interpela. La socióloga explicó que “le dan un empujón a la ESI esos debates, como el del CPEM 12 que se movilizan para pedir ESI y denunciar acoso.” También mostrar cómo la ESI se colaba en los espacios familiares, analizaron noticias sobre el “mirá que te como” del arquero de la selección, Dibu Martínez, la visita de Florencia Peña a Casa Rosada convertida en un escándalo sexual o el reconocimiento a las personas no binarias en el DNI.

Además, hubo un momento para reflexionar sobre la sexualidad en la vejez. “Sabemos que hablar sobre sexualidades fue y sigue siendo, en muchos contextos tabú, sabemos que hay grandes progresos, pero hablar de la ESI en las vejeces sigue siendo un tema difícil de abordar”, desarrolló Soberón.

La psicóloga social dijo que “la gran ola verde, la revolución de las hijas, llevó a las mesas familiares, a los distintos espacios, la discusión por el aborto, por la autonomía sobre los propios cuerpos y en ese lugar entró el debate de la discusión sobre el cuerpo de las viejas, sobre todo, porque también tenemos que pensar que la demanda viene de las mujeres y de las disidencias sexuales. También hay mucho para trabajar en la sexualidad de las masculinidades en la vejez, que sigue siendo un tema pendiente.”

Para la profesional, poder pensar las “vejeces” desde la dimensión de la ESI “posibilita el goce de la sexualidad en todas las etapas de la vida.” Y así, con la convicción de una ESI presente en todas las etapas de la vida, LiberANDO sigue pensando en cómo es la de la adultez, con propuestas articuladas con colegios profesionales, con casas libreras y más: “estamos con muchos planes para el 2022.”



La ley de Educación Sexual Integral se sancionó hace un poco más de 16 años. Sin embargo, aún no se garantiza su aplicación en todas las escuelas. Este es un problema que el diseño de la curricula de los secundarios de Neuquén busca resolver. Por eso, se incorpora la ESI como una materia más en primero y segundo año, indicó la integrante de la rama media del Consejo Provincial de Educación, Gisela Branchini.

En el proyecto de ley de presupuesto 2022 se incrementó justamente la partida destinada al programa, al que se le asignó 5.749.501 pesos. En 2021 el gasto previsto fue de 400.000 pesos.

Uno de los puntos destacados de esta ley es su ampliación. En 2006, el artículo tercero señaló que la ESI debe “procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres”. Cuatro años después se sancionó la ley de matrimonio igualitario y, en 2012, se sumó la de identidad de género, lo que significó un avance en la inclusión de las diversidades.

Justamente, la propia ley define a la ESI como “la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”, por lo tanto, crea una plataforma de constante construcción.


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