El rojo de la caja previsional municipal es igual a lo que costó el Metrobús

El titular del IMPS, José Arnoldo Martínez informó que desde 2014 a 2018 el déficit acumulado fue de 522 millones de pesos.

El admnistrador del IMPS ( Instituto Municipal de Previsión Social), José Arnaldo Martínez, presentó los resultados de la auditoría externa con detalles de irregularidades en el manejo de los recursos hasta 2018.

Dijo que el informe de los desmanejos será presentado ante la sindicatura, el Tribunal de Cuentas y la Municipalidad a fin de que se determinen y deslinden responsabilidades.

Martínez detalló que los auditores contratados por el intendente (F) Horacio Quiroga le presentaron al intendente Guillermo Monzani el resultado de su estudio. Dijo que como algunos datos se “filtraron” decidió dar un informe en conferencia de prensa.

Pero a una semana de las elecciones de renovación de consejeros del IMPS, lo que fue programado como una rueda de prensa, rápidamente se transformó en asamblea; con la participación de empleados municipales y jubilados (de las diferentes listas que se presentaban) que exigían respuestas al administrador.

El administrador detalló que la auditoría externa señaló que desde el 2.014 al 2.018 hubo un déficit previsional acumulado de 262.999.104 pesos, por la diferencia entre activos y pasivos. Indicó que a esto se sumó que la rentabilidad negativa de los centros turísticos -que siempre permitió cubrir los déficit de activos versus pasivos- con deudas acumuladas por más de 88 millones. Agregó que la comuna no pagó contribuciones por más de 80 millones de pesos.

Sostuvo que por las sumas pagadas en negro a los empleados, el IMPS le prestó a la comuna más de 62,5 millones de pesos, de los cuales aún la comuna debe casi 2 millones, debido a que no respetó la tasa de interés que se había pautado en los acuerdos de pago.

La auditoría señaló, por ejemplo, que “el municipio transfirió al IMPS gastos de personal que se tendría que hacer cargo la comuna”, con cifras que fueron valuadas en 9.5 millones de pesos por sumas fijas no remunerativas hasta el 2016 o asignaciones familiares a apasivos sin las actualizaciones, por casi 18 millones de pesos.

En total, los valores -por distintos conceptos- que generaron el déficit alcanzaron a un poco más de 522 millones de pesos, casi el presupuesto ejecutado del Metrobús a diciembre del año pasado.

El administrador fijó esa cifra del déficit “a valores actualizados” en casi 1.500 millones de pesos.

No sólo se centró la responsabilidad en las ordenanzas sancionadas que fueron en detrimento de la caja, o la falta de aportes o las sumas en negro del Ejecutivo; también se señalaron desmanejos internos como préstamos exorbitantes y sin control a una gran cantidad de afiliados.

Se otorgaron préstamos al doble o cinco veces más de lo permitido, según el salario del afiliado.

En los centros turísticos, por ejemplo, no sólo se marcó el excesivo personal para la atención de los complejos sino también que “no se pudo establecer cuál fue la ocupación real de los centros con tres sistemas diferentes de medición”.

La falta de controles internos y externos en el IMPS marcó gastos exorbitantes de la administración hasta 2018 en cortesías y homenajes o viáticos, con cifras millonarias hasta 2017.

El administrador informó que la caja estaba en equilibrio, debido a las medidas de emergencia que se tomaron. El ingreso principal vino del aumento de los aportes de los municipales, del pago íntegro de cada aumento paritario de los agentes comunales que fue derivado a la caja jubilatoria desde el año pasado y a recortes de administración en horas extras, viáticos, gastos de homenajes y en especial al régimen de retención de empleados que estaban en condiciones de jubilarse por el régimen especial.


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