Una patota sin control tiene en jaque al CPEM 18

NEUQUÉN (AN).- Una patota del barrio Bouquet Roldán asuela al CPEM 18 donde se ha producido una seguidilla de robos y agresiones que tuvieron como víctimas a los alumnos y el personal docente.

El colegio ubicado en Ignacio Rivas y Durán no cuenta con vigilancia privada, la cual fue levantada por falta de pago de parte del Consejo Provincial de Educación (CPE).

A esto se suma que la policía provincial no cumplió con los patrullajes permanentes que había prometido.

El último raid delictivo comenzó el pasado viernes cuando la banda de jóvenes asaltó bajo amenazas con un arma de fuego a un alumno a la salida del colegio.

El robo se concretó a la vuelta del establecimiento y los delincuentes le llevaron al adolescente la mochila después de golpearlo sin mayores consecuencias.

Las tropelías continuaron en la mañana del lunes cuando estos vándalos ingresaron al playón del colegio y le robaron la batería del auto a la vicedirectora.

En horas de la tarde agredieron a otro chico de acuerdo a las denuncias expresadas a los directivos por los padres de los estudiantes. En tanto ayer a primera hora de la mañana, alrededor de las 8:15, la patota ingresó al colegio con total impunidad y trató sin éxito de robarle la bicicleta a uno de los preceptores del establecimiento.

Tras fracasar en el intento se dieron a fuga por los pasillos de la escuela en un acto de total impunidad.

Preocupación

La acumulación de estos hechos preocupa a los padres y directivos del establecimiento de nivel medio, quienes dicen estar «desesperados y a la buena de Dios», advierte Stella Maris Russo, directora del CPEM 18.

El colegio desde fines del año pasado no cuenta con vigilancia producto de las deudas que sostiene el CPE con las empresas correspondientes, que ante la falta de pago decidieron levantar la prestación del servicio.

A esto se suma que la policía no está realizando los rondines en los horarios de ingreso y egreso de los estudiantes que se respetaron hasta fines del año pasado.

«Mantuvimos recientemente una reunión con los nuevos responsables de la Comisaría 17ª del barrio La Sirena y nos dijeron que el lunes empezaban con los rondines, pero nunca aparecieron. Es increíble esto porque el año pasado, con las anteriores autoridades que conocían la zona se hizo un trabajo espectacular», confió la directora.

En cuanto a los pedidos de reincorporar el servicio de vigilancia la docente explicó que «se han elevado notas al Consejo pero no hemos obtenido ninguna respuesta. De hecho un funcionario, Carmona, que nos atendió una vez ya ni siquiera no contesta cuando lo llamamos al celular».

Frente a esta situación de abandono las autoridades y los padres evaluarán hoy algunas medidas a seguir.

«No se van a suspender de ninguna manera las clases pero tampoco queremos que pase algo grave para que el gobierno brinde una respuesta concreta frene a esta ola de inseguridad», concluyó Russo.