Vecinos del barrio Melipal de Neuquén resisten otro asentamiento

NEUQUEN (AN).- Hay tensión entre un numeroso grupo de familias que ocupó tierras junto a las bardas, en el oeste de la ciudad, y los vecinos del barrio bancario, que quedó virtualmente cercado por las casillas de madera y las carpas multicolores de los usurpadores.

El enfrentamiento con los ocupantes no es nuevo y ya tuvo capítulos en los que abundaron las amenazas verbales y hasta físicas, traducidas en atentados a las casas. Esta vez, para prevenir incidentes la Policía mantiene apostado a varios efectivos, en medio de un clima enrarecido en el que se confunden los reclamos de los intrusos hacia las autoridades municipales y provinciales y las quejas de los dirigentes vecinalistas por la indiferencia oficial.

El predio en cuestión es la franja que se extiende desde la calle Pérez Novella hacia la barda, entre la avenida Huilén y Atreuco. Allí, el sábado se asentaron unas sesenta familias que «saltaron» desde «Monte Sinaí», que está del otro lado de la calle, y con un rápido movimientos de palas y azadas delimitaron los terrenos, desplegaron las clásicas banderas argentinas y tomaron posesión del lugar.

Pero este grupo se diferencia de otro, más disperso, que el domingo «aterrizó» en el sector lindante, desde Atreuco hacia el oeste, pero separado por una caprichosa divisoria que sólo los ocupantes saben diferenciar. Este último contingente -menos numeroso-, se asentó en terrenos que pertenecerían a una cooperativa denominada La Esperanza.

«Nosotros ya tenemos la autorización municipal. Estábamos en «Monte Sinaí» compartiendo terrenos, pero habíamos pedido este predio porque es fiscal. No tenemos nada que ver con esta otra gente que llegó el domingo», dijo uno de los ocupantes, mientras el delegado del grupo hacía una lista de personas y coordinaba acciones a seguir.

«Ya estamos cansados de plantear los reclamos por todas las vías que corresponde, pero nadie hace nada y manda la fuerza de esta gente que de buenas a primera se adueña del lugar», dijo una vecina del barrio bancario, que está encerrado por los asentamientos. Al este tiene la ya conocida toma «Monte Sinaí», al oeste los terrenos que se cedieron a desocupados y ahora, al norte, cruzando la calle, el nuevo asentamiento. La lucha de los vecinos del Bancario contra los ilegales tiene ya varios expedientes en la comisaría del barrio y la Justicia. «Me han amenazado varias veces y otras atentaron contra el frente de mi casa», dijo con indignación una vecina.

Para Martha Fuentes, presidenta de la comisión vecinal, el problema principal se genera «porque la Justicia no interviene. El predio tomado no es tierra de nadie, como se dice, sino que pertenece a una cooperativa. Y tampoco es justo echarle culpas a la Policía, que no hace otra cosa que lo que puede hacer. La solución está en manos de la Justicia», añadió Fuentes.