Violentos ataques a la prensa en Venezuela

Un grupo paramilitar oficialista atacó la sede de Globovisión, enfrentado con el gobierno, en medio de la pasividad policial, mientras varias radios clausuradas el fin de semana protestan.

CARACAS (AFP/DPA) – La ofensiva del gobierno de Hugo Chávez para controlar a los medios críticos de su gestión alcanzó ayer peligrosos niveles de violencia. Un grupo armado partidario del oficialismo ingresó ayer al mediodía a la sede en Caracas del canal de noticias Globovisión, y lanzó dos bombas lacrimógenas, en medio de una sugestiva pasividad policial.

El acto recibió una dura condena de las entidades de prensa. La Sociedad Interamericana de Prensa dijo que la acción fue ejecutada «por intolerantes partidarios de Chávez», para «acallar a la prensa independiente».

La violencia se produce en momentos en que el gobierno intenta aprobar una legislación que le permita al Ejecutivo cerrar cualquier medio que considere que realice «terrorismo ideológico» que atente contra la «salud mental» de la población, sin más trámite que el criterio del gobierno. Además, este fin de semana salieron del aire en Venezuela 32 radios y dos televisoras regionales por decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, que consideró que no cumplían con todos los requisitos de la ley para operar. Las concesiones de 200 emisoras están siendo revisadas para combatir el «latifundio mediático» .

Según informó María Fernanda Flores, una de las directoras de la emisora, de línea opositora al gobierno de Chávez, alrededor de 30 motoristas llegaron a la sede del canal en la capital y tras apuntar con armas de fuego a los vigilantes ingresaron a sus instalaciones, donde hicieron detonar las bombas de gases, señaló Flores.

Según la versión de la emisora que combate al gobierno, los atacantes estaban «al mando» de Lina Ron, una dirigente de izquierda que apoya al gobierno y ha sido vinculada en el pasado con otros actos de agresión contra instituciones y personalidades opositoras.

Una agente de la policía metropolitana, que custodia el edificio, resultó herida, así como uno de sus vigilantes privados, indicaron directivos de Globovisión.

El ministro del Interior, Tareck El Aissami, rechazó «enérgicamente» esta agresión y anunció que se abrirá una investigación. «No aceptamos que la violencia sea el instrumento mediante el cual se diriman nuestras diferencias. Actuaremos con determinación», aseguró. La policía tardó dos horas en llegar.

Poco antes de esta declaración, el director del canal, Alberto Federico Ravell, había responsabilizado al presidente Chávez y anunció que llevaría su denuncia «hasta sus últimas consecuencias». El director deploró que «a plena luz del día un grupo de sus partidarios (del mandatario) se acerque al canal y lo ataque».

La televisora mostró imágenes tomadas por sus cámaras de seguridad en las que se ve a un grupo de personas con boinas rojas y banderas del partido UPV, aliado de Chávez, ingresando a las instalaciones de Globovisión y lanzando las bombas.

A Globovisión se le han abierto varios procesos que podrían implicar su cierre. En tanto, la radioemisora venezolana CNB, empezó ayer a transmitir con altoparlantes desde una plaza de Caracas, mientras periodistas realizaban protestas «contra la censura y el radiocidio», que recibía apoyo de los transúntes.


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