En familia, al encuentro de fauna marina en el Golfo de San Matías

Desde Puerto del Este, en la costa atlántica de Río Negro, una experiencia de avistaje invita a compartir en familia el asombro ante la fauna marina y la imponente ballena franca austral.

Una foto familiar: cielo abierto, horizonte infinito y naturaleza en estado puro.  Fotos: Marcelo García / Viajo con vos.

El avistaje de fauna marina en Puerto del Este, sobre la costa atlántica de Río Negro, es una de esas experiencias que marcan un viaje en familia. Frente al imponente Golfo San Matías, la naturaleza se muestra en estado puro y regala momentos inolvidables. Hasta acá llegamos con Vicky, Ema y Luchi para embarcarnos junto a Rupestre Experiencia Patagonia y vivir una travesía que quedará guardada en nuestras retinas para siempre.

Desde el primer instante supimos que estábamos por vivir algo único: ver de cerca a la ballena franca austral, un verdadero gigante del mar. Para vivir la experiencia hay que llegar hasta el parador náutico Serena, ubicado en Puerto del Este, a unos 70 kilómetros de Las Grutas. Allí hay un amplio espacio donde estacionar el vehículo de manera gratuita y segura. Una vez en el lugar, te acercás al mostrador, confirmás tu presencia, te colocan el chaleco, recibís las explicaciones previas y estás listo para subir a la embarcación.

Nuestro capitán, Agustín Sánchez, dueño de este emprendimiento familiar llamado Rupestre Experiencia Patagonia, es un apasionado por la fauna marina y el entorno que rodea el lugar. Lo transmite en cada palabra: mientras la embarcación avanza a ritmo tranquilo, nos va introduciendo en la historia de la zona y brindando información sobre las características del entorno, la fauna marina que habita el golfo durante todo el año y, claro, la ballena franca austral.

La ballena franca austral (Eubalaena australis) es una de las especies más emblemáticas del Atlántico Sur. Puede medir hasta 16 metros de largo y pesar más de 40 toneladas, pero, a pesar de su tamaño, es pacífica y curiosa, lo que permite observarla de cerca sin riesgos. Sus callosidades en la cabeza, manchas blancas únicas en cada ejemplar, funcionan como una huella digital para identificarlas.

Cada año llega a las costas argentinas para reproducirse y dar a luz, convirtiendo al golfo en un verdadero santuario natural. Por su valor ecológico, en Argentina fue declarada Monumento Natural Nacional, lo que garantiza su protección. Por estos días ya se marchan, por eso queríamos ir a despedirlas.

 Fotos: Marcelo García / Viajo con vos.

La navegación comienza a tomar otro ritmo. De pronto ya estamos en medio del golfo; a lo lejos, en el horizonte, se alcanza a ver la silueta de Las Grutas. Pero no vamos hacia allá. Algo llama la atención del capitán: detiene los motores, el bote avanza en silencio y, de repente, un soplido rompe la calma. A pocos metros, la silueta de la ballena emerge del agua.

La emoción es inmediata: el corazón se acelera, la piel se eriza y las sonrisas de mis hijas iluminan el momento. Estar frente a un animal de semejante tamaño y serenidad es algo que deja sin palabras. Allí tuvimos nuestro primer encuentro con uno de los seis ejemplares que pudimos observar durante la salida.

El avistaje de ballenas, un espectáculo frente a Puerto del Este.  Fotos: Marcelo García / Viajo con vos.

Todo el año en el mar


El avistaje de fauna marina en el Golfo San Matías es mucho más que ballenas. Cada salida al mar es una invitación a descubrir un ecosistema vivo y en constante movimiento. La temporada de ballenas ya terminó, pero el mar sigue lleno de vida y Rupestre continúa ofreciendo excursiones que permiten descubrirla desde adentro: navegaciones, avistajes y hasta la posibilidad de nadar junto a lobos marinos en su hábitat natural.

Las aguas transparentes son el escenario perfecto para descubrir la vida marina.

“Ahora seguimos trabajando con lobos marinos de un pelo sudamericano”, cuenta Agustín Sánchez. “Hacemos avistamiento en una isla y también nado con los lobos. Son dos excursiones diferentes, pero igual de fascinantes”, explica mientras mira hacia la costa.

“Tenemos muchas probabilidades de ver delfines nariz de botella, que todos los días entran a alimentarse a la bahía. A veces también aparecen delfines comunes en grandes manadas, y de vez en cuando algún elefante marino, que es más raro”, dice Agustín. Los pingüinos de Magallanes y una amplia variedad de aves migratorias completan la escena, dando la sensación de estar dentro de un documental en vivo.

El entorno, sin embargo, no solo se observa: se vive. “En las excursiones incluimos el acceso libre a kayaks y tablas de stand up paddle”, explica. “Si venís a hacer el avistaje de lobos, que dura una hora y media aproximadamente, podés quedarte todo el día disfrutando del agua. Todo, por supuesto, sujeto a las condiciones del clima”.

Sánchez asegura que se trata de navegaciones “muy seguras, ideales para la familia”. En una de las excursiones, incluso, se realiza un descenso en una playa de arena suave y agua cristalina. “Ahora que sube la temperatura, la gente se anima a meterse al mar y disfruta muchísimo de esa experiencia”, cuenta.

Aves costeras como cormoranes, gaviotines y albatros completan el paisaje, ofreciendo un espectáculo que sorprende tanto a grandes como a chicos. Esta diversidad convierte cada excursión en una experiencia distinta, donde la naturaleza siempre guarda una sorpresa nueva.


Cuándo viajar y cómo llegar


La Costa del Golfo San Matías nos ofrece fauna marina durante todo el año, lo que muchas veces suele confundirse, es la temporada de ballenas, que suele extenderse de julio a octubre, siendo septiembre el mes de mayor actividad.

  • Desde Las Grutas: 30 km.
  • Desde Viedma: 2 horas por la Ruta Nacional 3.
  • Desde Neuquén capital: alrededor de 6 horas.
  • El Puerto del Este es un muelle pesquero sencillo y tranquilo, puerta de entrada a esta aventura marina.

Consejos prácticos para familias viajeras.


  • Reservar con anticipación, los cupos son limitados.
  • Llevar abrigo en capas, porque en el mar siempre refresca.
  • Protector solar y gorra, el reflejo del agua potencia la radiación.
  • Agua y snacks livianos, la salida dura cerca de 2 horas.
  • Preparar a los chicos, explicarles de antemano cómo son los animales que van a ver para que disfruten la experiencia sin temor.

Marce García comparte sus viajes en @viajoconvos.


Una foto familiar: cielo abierto, horizonte infinito y naturaleza en estado puro.  Fotos: Marcelo García / Viajo con vos.

El avistaje de fauna marina en Puerto del Este, sobre la costa atlántica de Río Negro, es una de esas experiencias que marcan un viaje en familia. Frente al imponente Golfo San Matías, la naturaleza se muestra en estado puro y regala momentos inolvidables. Hasta acá llegamos con Vicky, Ema y Luchi para embarcarnos junto a Rupestre Experiencia Patagonia y vivir una travesía que quedará guardada en nuestras retinas para siempre.

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