Una pausa de invierno en Las Grutas: promociones y mucho para hacer

Las Grutas, San Antonio Oeste y San Antonio Este se convierten en refugios de naturaleza, historia y aventuras marinas que invitan a vivir el invierno con otros sentidos, con promociones activas.

Las playas serenas invitan a caminar al ritmo del mar. Fotos Emprotur Las Grutas.

El invierno no siempre es sinónimo de nieve, ni chimeneas. A veces es mar, silencio y horizontes limpio. Y cuando la mente está cargada de trabajo y responsabilidades, esa pausa en el Golfo San Matías es una gran opción. Las Grutas, San Antonio Oeste y San Antonio Este, los tres vértices de este destino costero, se visten de calma invernal y ofrecen una temporada que no grita, pero susurra paisajes y da paz.

El nuevo presidente de Emprotur Las Grutas Rodolfo Hidalgo, contó que hay una agenda con diferentes cosas para hacer este invierno y trabajaron en promociones, para incentivar la llegada de más turistas.

Opciones en Las Grutas: astroturismo, olivares y gastronomía.

Apenas se llega a Las Grutas, la sensación es la de un pueblo en pausa, detenido. No hay multitudes, pero sí una costa viva: el mar, que nunca descansa, y la fauna marina que vuelve a apropiarse del escenario.

El frío se siente, claro, pero calienta el alma cuando la naturaleza se muestra tan cerca. Aunque las excursiones náuticas se realizan todo el año, el movimiento de las ballenas francas comienza a intensificarse hacia fines de julio.

La temporada oficial, establecida a partir de registros de los últimos 15 años, se extiende desde el feriado de agosto hasta el feriado de octubre. Es en ese período cuando las probabilidades de verlas aumentan considerablemente.

Las ballenas y los lobos marinos regresan al golfo en invierno.

Pero durante los días previos a la temporada alta, el mar ya empieza a entregar señales: varios ejemplares aparecen antes para parir o iniciar el ciclo reproductivo. Aun sin esa garantía, las excursiones conservan su atractivo gracias a la riqueza de fauna marina que habita la región.

Delfines comunes y oscuros, pingüinos de Magallanes, lobos marinos de uno y dos pelos acompañan a las embarcaciones en recorridos de casi dos horas.

Los que buscan aventura encuentran en el buceo una propuesta inesperada para esta época. El agua, aunque fría, es cristalina y el Parque Submarino, con sus barcos hundidos, espera a los más intrépidos. Otro universo, bajo el mar.

Las ballenas y los lobos marinos regresan al golfo en invierno.

Con los pies en la arena


En San Antonio Este, ir a las playas y tomar un mate en la costa, con algunos churros o facturas compradas en alguna de las tradicionales panaderías, puede ser una pausa deliciosa. Punta Perdices, con sus aguas color turquesa, parece recortada de una postal del Caribe, y en invierno es más calma y pura.

Playa Las Conchillas, por su parte, revela su singularidad en los millones de conchas que alfombran la costa. Allí, caminar descalzo se transforma en un acto meditativo.

Las playas serenas invitan a caminar al ritmo del mar.

Y si están en el centro, cuando el sol del mediodía entibia la arena, salir a caminar entre las grutas naturales, que dan nombre al balneario y permiten ver cómo el mar fue tallando la roca con paciencia milenaria, puede regalar un gran momento.


Excursiones


A solo 60 kilómetros al oeste de Las Grutas se encuentra un infinito oasis de sal que conforma un maravilloso atractivo rodeado de misterio, leyendas y dioses tehuelches. Las Salinas del Gualicho son una de las más extensas del país, con 35 kilómetros de ancho y 18 de largo, y se consideran unas de las más importantes a nivel industrial en Sudamérica.

Al estar ubicadas a unos 70 metros bajo el nivel del mar, cuentan con un microclima sumamente particular que genera temperaturas agradables durante el día. Algunas de las empresas prestadoras de servicios turísticos cuentan con la posibilidad de recorrer el Museo de la Sal y las esculturas hechas de sal.

Las Salinas del Gualicho son una de las más extensas del país.

Y cuando cae la noche, el astroturismo se impone: pocos lugares ofrecen una bóveda celeste tan limpia y nítida. En las excursiones guiadas, los visitantes se recuestan bajo mantas y escuchan historias de estrellas.

Los olivares también tienen su momento. En algunas chacras se puede conocer el proceso de producción del aceite y degustar productos derivados, una experiencia que combina campo, sabor y tradición.

Desde San Antonio Oeste también parten excursiones náuticas.

Las caminatas por la costanera de San Antonio Oeste, con su vista a la bahía y el histórico muelle Heleno Arcángel, suman un tono nostálgico y marinero a la estadía, y el Paseo Costero de Las Grutas invita a contemplar los balnearios vacíos, donde solo se escuchan las olas y alguna gaviota.

Para los que quieren conocer más, los museos locales aportan contexto: historia, geografía, vida marina y relatos de quienes hicieron patria en la costa. Hay un invierno que no necesita nieve para ser inolvidable. Está en el sur, junto al mar.


Promociones y precios de invierno


Las promociones activas para las vacaciones de invierno, son 3 x 2 en alojamiento adheridos (reservas 2 noches y te regalan 1 más) y 20% de descuento en excursiones terrestres.

En Booking, un departamanto de 1 dormitorio, con 2 camas (1 litera, 1 doble grande), sale $ 68.998. Y uno frente al mar, con dos dormitorios se consigue por $81.000.

Se puede disfrutar de la gastronomía local: pizzas entre $20.000 y $28.000, platos gourmet desde $25.000 y pintas de cerveza artesanal desde $5.000, ideales para acompañar un atardecer frente al mar o una charla en una terraza sin apuro.

En esta etapa previa a la temporada fuerte, el avistaje cuesta $100.000 por persona, con un 50% de descuento para menores de 12 años.