Verano en Bariloche: los precios para tus vacaciones, una Navidad distinta y playas infinitas

Desde las playas del Nahuel Huapi hasta los senderos del Llao Llao, pasando en tren por la estepa y lavandas en flor, la ciudad invita a un verano vibrante, donde cada visitante arma su propio ritmo entre caminatas, cervezas y tardes frente al lago.

La Navidad es marca registrada: la Casa de Papá Noel, el árbol y el rojo y verde en el Centro Cívico. Fotos Emprotur Bariloche.

En Bariloche el verano empieza con el golpeteo de las ramas de cuando sopla el viento, o el sonido del agua, en la playa, cuando alguna embarcación produce oleaje. Es el murmullo de las cervecerías del centro cuando las mesas empiezan a llenarse sin apuro. Algo se enciende en la ciudad cuando llega diciembre, el lago respira distinto, los turistas se tiran los primeros chapuzones y los locales afinan los detalles para una temporada que, según pronostican, será una de las más intensas de los últimos años.

Bariloche ofrece ese verano polifónico donde todo sucede a la vez: playas de aguas cristalinas, senderos que se internan en bosques densos, mesas de bares y restaurantes que se multiplican y una Navidad que ya tiene peso propio en la identidad local. “El verano va a ser histórico”, anticipa el secretario de Turismo, Sergio Herrero. “Venimos de un invierno con 85% de ocupación y un gran movimiento en los cerros. Ahora nos preparamos con una agenda amplia y una fuerte campaña para que Bariloche sea el destino elegido”, destaca.

La Navidad en Bariloche no es una novedad, es una marca registrada. Este año celebra su 13ª edición y vuelve a desplegar una postal que mezcla colores verdes y rojos con aire de celebración patagónica.

La Navidad es marca registrada: la Casa de Papá Noel, el árbol y el rojo y verde en el Centro Cívico.

La ciudad ya está vestida de fiesta y hasta el 23, los más chicos pueden visitar la Casa de Papá Noel en el Centro Cívico. Del sábado 20 al 23, el show “El Grinch en la Aldea Navideña” ocupará la tarde con música, humor y fotos. Y hasta el 24 de diciembre, más de 100 emprendedores montan el Mercado Navideño en el Puerto San Carlos, una feria donde conviven tejidos, chocolates y el ritual inevitable del souvenir “hecho en el sur”.


Aventura, agua fría y el sol


Bariloche es una ciudad construida sobre el borde entre la cordillera y el lago, entre la aventura y la contemplación. Por las mañanas, los kayaks avanzan sobre el Nahuel Huapi; por las tardes, el aroma a lúpulo marca la ruta hacia la primera pinta. Y entre ambas cosas, la ciudad despliega algunas de las postales más queridas por locales y turistas.

Hay experiencias para todos los ritmos. Remar mientras el sol parte el agua en mil destellos. Tomar el tren a la estepa y mirar cómo el paisaje se estira hacia el horizonte para terminar en un asado compartido con gente que uno no conocía al subir. Cruzar un río en balsa para llegar a un campo de lavandas que parece sacado de un cuadro. Caminar al filo de un bosque de coihues en Villa Traful o mirar el Brazo Tristeza desde el mirador de Bahía López.

El verano empieza con el brillo del agua y el rumor de las playas.

Y cómo el verano es sinónimo de playas, los lagos cordilleranos son la brújula. Desde diciembre hasta marzo, cada barilochense y cada turista tiene una favorita y un motivo personal para defenderla.

Se elige playa como quien elige un recuerdo y estas, son alguna de las más frecuentadas y sus principales características:

  • Playa Centenario (Nahuel Huapi): extensa, ventosa, perfecta para kitesurf y windsurf. A pasos del centro y con guardavidas.
  • Playa del Centro: la más urbana, justo bajo el Centro Cívico; reposeras, plaza saludable y bares a tiro de chancleta.
  • Playa Bonita: la reina del movimiento. Kayaks, canoas, clases de buceo, guardavidas, bares, colectivos que llegan todo el día.
  • Bahía Serena: la preferida de las familias: agua calma, arena y guardavidas.
  • Villa Traful: naturaleza pura, sin servicios ni transporte público; ideal para quienes buscan silencio.
  • Bahía López: postal absoluta del Circuito Chico; desde allí parte el sendero al mirador Brazo Tristeza.
  • Playa del Viento (Moreno): templo del kitesurf. Agua templada y guardavidas.
  • Playa Los Coihues (Gutiérrez): aguas más cálidas, rodeada de cerros, con comercios cerca y ambiente tranquilo.

Son solo algunas, y cada una es una excusa para quedarse, para refrescarte a la sombra, para picotear algo frente al lago.

La temporada 2026 promete un ritmo fuerte, lleno de opciones que van desde la montaña hasta la mesa. Bariloche se prepara con lo que mejor sabe hacer, multiplicar propuestas sin perder su esencia. Porque acá no se trata de elegir entre aventura o relax, sino de permitir que el día avance como un río, con curvas, con remansos, con sorpresas.

Agua cristalina, senderos de bosque y cervecerías encendidas.

Cuánto sale ir a Bariloche este verano 2026 y cómo ahorrar


Con cálculos realizados sobre la base de pasajes aéreos, alojamiento, excursiones, alquiler de auto y gastronomía, el panorama permite anticipar el presupuesto necesario para una estadía de cinco noches para dos personas desde $1.600.000.

Para quienes eligen viajar en avión desde Buenos Aires el pasaje de ida y vuelta ronda los ARS 209.000 para temporada alta. Si, durante cuatro noches, optan por un hotel de categoría media (3 estrellas), con precio mediano de habitaciones dobles, el alojamiento total por persona ronda los ARS 275.000.

umando a ello una excursión tradicional lacustre estimada en ARS 132.400, y considerando comidas diarias, según promedio de restaurantes céntricos categorizados como económicos/intermedios, el gasto en gastronomía por persona para la estadía se aproxima a ARS 168.000. En este escenario completo, el costo total de las vacaciones asciende a unos ARS 750.000 por persona.

Si se busca una experiencia más confortable y se elige un alojamiento de categoría superior (hotel 4 o 5 estrellas), con tarifa mediana, el alojamiento por persona se eleva a unos ARS 391.000. Con los mismos costos de pasaje, excursión y comidas, el total estimado alcanza los ARS 820.000 por persona.


Las claves para optimizar el presupuesto


El mapa de decisiones estratégicas marcan la diferencia entre un viaje ajustado y uno holgado. El momento de compra es el primer factor. Enero concentra la mayor presión en vuelos, con tarifas que tienden a subir por la alta demanda de temporada. En cambio, febrero muestra un alivio en los precios aéreos, lo que convierte a ese mes en una oportunidad para quienes buscan abaratar el traslado sin resignar experiencia.

Comprar con antelación, además, sigue siendo la regla de oro: asegurar pasajes y alojamiento con meses de anticipación permite esquivar los picos de última hora y proyectar el gasto con mayor previsibilidad.

Aventura y contemplación conviven en una misma jornada.

La elección de modalidad de viaje también impacta de manera directa en el bolsillo. Para grupos familiares o parejas que no requieren movilidad constante, viajar en auto propio representa un ahorro considerable frente a la combinación de vuelo más alquiler.

La ruta desde Buenos Aires implica largas horas de manejo, pero también ofrece la posibilidad de transformar el trayecto en parte de la experiencia, con paradas en pueblos y paisajes intermedios. El alojamiento por categoría es otro eje de decisión. Los hostels y hoteles de dos estrellas permiten un ahorro significativo sin resignar ubicación céntrica ni acceso a servicios básicos.


Precios de enero para ir a Bariloche


  • Aéreos Buenos Aires- Bariloche- Buenos Aires por persona: $209.436
  • Viajar en auto Buenos Aires- Bariloche- Buenos Aires $387.502
  • Alojamiento en Hostel base doble por noche $101.299
  • Alojamiento en Hotel 2 * base doble por noche $122.141
  • Alojamiento en Hotel 3 * base doble por noche $137.739
  • Alojamiento en Hotel 4 y 5 * base doble por noche $195.633
  • Excursión tradicional lacustre por persona $132.400
  • Alquiler de auto por día $95.279
  • Almuerzo o cena para 1 persona $21.122


La Navidad es marca registrada: la Casa de Papá Noel, el árbol y el rojo y verde en el Centro Cívico. Fotos Emprotur Bariloche.

En Bariloche el verano empieza con el golpeteo de las ramas de cuando sopla el viento, o el sonido del agua, en la playa, cuando alguna embarcación produce oleaje. Es el murmullo de las cervecerías del centro cuando las mesas empiezan a llenarse sin apuro. Algo se enciende en la ciudad cuando llega diciembre, el lago respira distinto, los turistas se tiran los primeros chapuzones y los locales afinan los detalles para una temporada que, según pronostican, será una de las más intensas de los últimos años.

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