Viajan en busca de los mejores paisajes y este paraíso de la Patagonia fue la sorpresa más linda
En Caviahue, a 360 km de Neuquén Capital, el Salto del Agrio es una maravilla que no te podés perder. Aníbal y Fernanda estuvieron ahí con un drone y mirá qué belleza las imágenes que captaron, Una tentación para este finde largo y Semana Santa
El Salto del Agrio es una de las maravillas de la Patagonia. El río nace en un volcán en actividad, el Copahue, en la frontera con Chile. Enseguida le da vida a un circuito de cascadas a un kilómetro de Caviahue que no te podés perder. Después atraviesa la estepa y las araucarias milenarias en su camino hasta esa salto de 45 metros que hipnotiza.
Para llegar, primero tenés que hacer 360 kilómetros desde Neuquén Capital hasta Caviahue, todo un destino para descubrir paso a paso, con ese cercano circuito de cascadas que te contábamos, las caminatas que conducen a arroyos y lagunas escondidas en las montañas, los senderos para recorrer en bici,, los crianceros que pasan con sus piños hacia la veranada o regresan a la invernada, las termas de Copahue a pleno en temporada y ese volcán con una laguna en el cráter.
Rumbo al Salto del Agrio
Una de las más lindas de esas atracciones es el salto de 45 metros a 18 kilómetros de Caviahue, que atrae como un imán a los visitantes. Entre ellos Aníbal y Fernanda, que estuvieron poco más de un mes atrás semanas atrás en uno de los viajes soñados que planifican a los lugares más lindos del país para descubrir y fotografiar,
Fue una nueva escala en la ruta de las maravillas de la Argentina para ellos y sus escapadas desde Trelew. Desde su lugar en el mundo en la Patagonia organizan las salidas y en la última atravesaron Neuquén y llegaron bien al oeste de la provincia, entre montañas y cóndores.
«No es solo es hermoso el salto del Agrio, sino también la sensación de ser parte de esa belleza por un minuto«, cuenta Aníbal.
«Con Fernanda venimos recorriendo el país hace unos años buscando lugares para fotografiar. Y te diría que el Salto del Agrio es uno de los más sorprendentes y lindos que encontramos», agrega.
«Los coloes, el arcoíris que se forma cuando cae la cascada, ese escenario maravilloso con un volcán en el horizonte. Y uno está ahí parado frente al salto. Es una experiencia inolvidable, uno de esos lugares que uno dice quiero volver», dice.
Fernanda y Aníbal fueron en distintos horarios. «Lo mejor es ir a la mañana porque el sol ilumina de lleno, Por la tarde, aunque también es lindo, se ve diferente ese mismo paisaje. Llegamos y fuimos directo a conocer, no podía esperar de tanta emoción», dice él.
Cómo llegar al Salto del Agrio
Llegás por la Ruta Provincial 26 hasta la bifurcación a 7 kilómetros de Caviahue. Ahí tenés que tomar a la derecha la Ruta Provincial 27. Siempre por ripio, hacés 4 km y tras pasar el puente del Agrio continuás por la misma ruta otros 4 km, hasta que a la izquierda aparece el acceso hacia el salto. Son dos kilómetros por camino de tierra hasta llegar al estacionamiento.
Cómo se originó el Salto del Agrio
La cascada está enmarcada en un cañón formado por sucesivas coladas de lava, producto de la antigua actividad volcánica en la zona. Las paredes conformaron un cañadón de roca basáltica, también por los actividad volcánica de otros tiempos. Están teñidas de tonos ocres, anaranjados y amarillentos, por los minerales que trae aguas abajo el río Agrio. Nace en el volcán Copahue y desciende desde las alturas por el lecho de basalto, con una sucesión de saltos. El de 45 metros es el más impactante.
Te recomendamos ir a la cascada del Agrio sin apuro, con tiempo para disfrutar cada detalle. Olvidate de sacar una foto e irte rápido, porque te vas a perder la inolvidable melodía del agua al caer, los colores hipnóticos que generan la concentración de hierro y azufre, la araucaria solitaria que emerge en lo alto detrás de las rocas y el verde que contrasta con el amarillo y el ocre que ganan las praderas.
El camino hasta la cascada también es un paseo inolvidable. A medida de que avanzás desde Caviahue ves araucarias milenarias, en pequeños bosques o solitarias, con el fondo de laderas y elevaciones bajo la inmensidad pura del cielo patagónico. El propio río Agrio deja ver su lecho basáltico con el color que le dieron los minerales durante tantos años.
Sus aguas son ácidas y su caudal, generado por el deshielo de las altas cumbres, en el trayecto arrastra químicos producidos en la caldera del volcán. Su composición casi no permite el desarrollo de vida, aunque algunas algas y bacterias se han adaptado a este ambiente difícil.
Todo allí contribuye a que tengas la sensación de que estás caminando por un lugar único .
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