De Andacollo a Villa la Angostura: maestro del norte neuquino se jubiló y recorre 660 km en bicicleta para celebrar

El músico y maestro de primaria Miguel Spumont ayer completó el primer tramo de Andacollo a El Cholar. Ahora pedalea hacia El Huecú. "Si un tipo de más de cincuenta, con un infarto y algunos kilitos de más anda haciendo estas cosas, tal vez sea posible para otros", dice.

Hace unos días el trovador Migues Sprumont recibió la noticia que le llegaba la jubilación. Después de 36 años como maestro, de enseñar a leer y a escribir a niños y adultos del norte neuquino, se le ocurrió celebrarlo con un cruce a pedal. Se propuso unir el norte con el sur en bicicleta, de Andacollo a Villa la Angostura, por caminos de Cordillera, para mostrar los paisajes más lindos de Neuquén, para pasar una página en la vida, encontrarse con amigos e inspirar con «el cuerpo y el alma».

Como le dijo una amiga, en las cosas que hace, el mensaje siempre fue el mismo, con sus canciones y con sus desafíos físicos. Miguel trata de «decir, y decirme, que otro mundo es posible y que lo podemos construir».

No solo pensó en andar, sino en encontrarse. Ayer, se levantó a las siete de la mañana y comenzó esta aventura. Salió desde Andacollo y diez kilómetros antes de llegar a El Cholar, dos ciclistas amigos lo esperaban y le ayudaron a llevar las cosas.

La bici y el norte neuquino, dos amores.

“Fue un gran alivio, porque fueron 60 kilómetros de mucha piedra y arena. Se puso difícil. Pero eso es lo lindo, ver como se van tendiendo redes entre las personas. De una manera, u otra, cada uno sigue el viaje desde su lugar”, relata.

Hará unos 600 km que parando en casas de amigos o acampando. «Celebraré de esta manera. La jubilación es una bisagra en la vida y se vienen otras cosas. Veo que algunas acciones que propongo sirven. Publico lo que hago en las redes y a las personas le interesa. Los llevo a conocer los lugares, pero también les acerco el mensaje de que se puede vivir con vida sana», dice El Trovador.

Ese es un mensaje que Miguel tiene como bandera desde los 50 años. A esa edad sufrió un infarto y decidió cambiar de vida. Comenzó a trepar las montañas, a correr carreras y conquistar volcanes, como el Lanín. “En esta provincia maravillosa, con paisajes hermosos”.

En sus redes reflexiona y dice que muchos podrán pensar: «Si un tipo de más de cincuenta, con un infarto y algunos kilitos de más anda haciendo estas cosas, tal vez sea posible para otros. Para el cuerpo y para el alma», escribió en sus redes.

Ayer por la tarde llegó a El Cholar y hoy temprano salió hacia El Huecú, donde hará noche. Mañana seguirá hasta Loncopué y de ahí a Pino Hachado, donde acampará, para salir hacia Villa Pehuenia donde se quedará unos días para recuperar energías.

Después seguirá por Aluminé, Pilo Lil, Junín de los Andes, San Martín de los Andes y Los Siete Lagos hasta Villa La Angostura. No es algo que está fijo en cuánto tiempo llevará, porque es justamente un viaje desprovisto de responsabilidades, solo marca el ritmo la gente que lo espera, pero él avisa sobre la marcha.

Edu y Yamil de El Cholar, anboche lo recibieron en su casa con la cena, y además lo esperaban a 10 km antes de llegar al pueblo para ayudar a llevar el equipaje y alivianar el peso.

Es un viaje en solitario, aunque en cada lugar lo esperen. Los tramos de bicicleta y paisaje, se llenan de pensamientos sobre lo vivido y «sirven para descubrir, porque nunca se termina de aprender», relata. Seguirá la música en su vida y cree que es lindo abrir el abanico de posibilidades de lo que vendrá.


35 años como maestro del norte neuquino


Comenzó a trabajar como maestro al llegar de Buenos Aires al norte neuquino. Primero, lo hizo con niños en Manzano Amargo, trabajó en Huinganco y luego con adultos. “Enseñar a adultos fue una experiencia totalmente diferente porque son personas que traen sus historias. Tuve alumnos hasta de 80 años. Por alguna razón, tal vez porque cuidaban los animales en el campo, no fueron a la escuela y llegaban con esa deuda pendiente”, dice

Ayer hizo el tramo de Andacolló a El Cholar, esta mañana parió a El Huecú, y seguirá por Loncopué, Pino Hachado, Villa Pehuenia, Aluminé, Pilo Lil, Junín de Los Andes, San Martin de Los Andes y Villa La Angostura.

Cada año Miguel salía a las casas de los alumnos para invitarlos, había que generar un vínculo, porque muchas veces para ellos es difícil. “Hay cosas hermosas, te cuentan lo que sintieron cuando leyeron por primera vez, o cuando entendieron lo que decía un cartel o cosas así y uno pone el grano de arena para que suceda”.

Hoy serán 40 kilómetros sin tantas subidas. Vendrán bien para recuperar el aire. Organizó todo para que el físico responda a la demanda. No cargó la guitarra para no sumar peso, pero los amigos que lo esperan la tendrán afinada para que salga alguna canción.

Es solo el primer tramo, pero seguirá la aventura. Podés seguir el viaje en Instagram @miguel_sprumont y Facebook Miguel Sprumont.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios