Hicieron cumbre en el volcán Copahue y no olvidarán ni el trekking ni los paisajes de esta maravilla de la Patagonia: «Es algo hermoso»

Anibal y Fernanda querían hacer fotos en lo más alto del volcán que tiene una laguna en el cráter, en la cordillera de Neuquén. Los asombró tanto el trekking de altura como las imágenes obtenidas con un drone desde la cumbre. Acá comparten su inolvidable experiencia.

Impresionante. El cráter del volcán Copahue y su laguna, la tradicional e impactante excursión del lado argentino. Pero si subís hasta la cumbre, la panorámica es aún mejor. Y ves, por ejemplo a la derecha, otro de los nueve cráteres que tiene el Copahue. De fondo, el volcán Callaqui en Chile. Foto: Anibal Aguaisol

Anibal y Fernanda tienen una pasión: planificar viajes pensando en fotos. Así llegaron desde su lugar en el mundo, Trelew, a los Esteros del Iberá, en busca de los yacarés. Después de ese viaje de la Patagonia al norte, siguió otro a los confines del sur detrás de un barco encallado en Tierra del Fuego, el Desdémona. El objetivo siguiente: obtener imágenes de un volcán con el drone que él compró hace dos años y que lo acompaña a todos lados. El elegido fue un gigante en actividad en Neuquén, el Copahue, justo en el límite con Chile y con una laguna en el cráter. Nada menos. Y hacia allí fueron, rumbo a Caviahue, a 360 km de la capital provincial, para desde ahí ir a lo más alto.


Rumbo al volcán Copahue

Para elegir un destino así, nada mejor que tener una prima geóloga, buena onda y amante de los volcanes. «Copahue, no lo duden», dijo Julia Cabrera cuando la consultaron y hacia allá fueron. «Nos pasó toda la información, nos motivó, una genia», cuenta Anibal.

Rumbo al cráter del Copahue. Foto: Anibal Aguaisol

Lo segundo fue contactar a un guía habilitado: optaron por Cristian Naranbuena. Cuando le contaron la idea, les propuso la excursión más larga y atractiva, la que permite llegar a la cumbre y obtener la asombrosa panorámica que solo se logra desde lo más alto.

La salida tradicional es llegar hasta el cráter donde hay una laguna humeante en este volcán activo que ya es toda una maravilla, pero la cumbre es algo aún más sorprendente.

Foto: Anibal Aguaisol

El guía los paso a buscar por su hospedaje y treparon en 4×4 hasta la mitad del recorrido. Desde ahí ascendieron en un trekking a paso tranquilo, al ritmo promedio del heterogéneo grupo que incluía a gente más joven y de más edad.

Foto: Anibal Aguaisol

Una marcha ideal para hacer fotos, como le gusta a Aníbal. Licenciado en Psicología, trabaja en el Hospital de Rawson, es profesor en la Universidad Nacional de Chubut y no presume de su condición física: «Me falta estado, pero pude hacerlo sin problemas», dice orgulloso. La frase encierra otra idea: no hace falta ser un atleta para llegar hasta lo más alto.

Los acompañaron los cóndores. Foto: Anibal Aguaisol

Mientras pasaban los cóndores, él y Fernanda se asombraron de ver tan cerca el vuelo de los reyes de los Andes, pero también de los picos aún pintados de blanco, los glaciares, los volcanes a ambos lados de la cordillera, el azul profundo del lago Caviahue allá abajo cada vez más chico pero siembre brillante por el sol a medida que subían.

Foto: Anibal Aguaisol
Foto: Anibal Aguaisol

En el hito de frontera con Chile.


«Rodeamos la boca del volcán, aparecimos por una laguna, subimos lo que llaman la falsa cumbre, cruzamos el glaciar y llegamos a la cumbre, donde está el hito de la frontera con Chile. Ese último tramo, el más extenso, es el menos empinado», relata Aníbal.

De ahí, la panorámica incluye la postal inolvidable de otros volcanes, como el Lanín y el Tromen.

En el hito de frontera. Fotos: Aníbal Aguaisol

Mientras describe cada paso del recorrido, Aníbal comparte imágenes que obtuvo con la cámara y con el drone. Una de las más impactantes es la de la laguna en el cráter.

En el hito de frontera. Fotos: Aníbal Aguaisol
En el cráter del volcán Copahue ha

«Lo pude hacer volar más allá de estar al límite de sus posibilidades por el viento y la altura extrema sobre el nivel del mar, que le hace perder sustentación», explica. «Voló a 2900 metros sobre el nivel del mar», agrega Aníbal, aún asombrado.

En lo más alto.

-¿Y que se siente allá arriba? -le preguntó Voy.

-Una conexión diferente. Te sentís pequeño ante tanta inmensidad. Quedamos fascinados. Pensé en mi prima que fue mamá en esos días, alentándonos a que subiéramos. Suelo ser muy crítico con mis fotos, pero esta vez me dio mucha satisfacción subir con el drone y a través de esas imágenes poder compartir con otros la maravilla de estar ahí. Fue algo hermoso.


Lo que hay que saber para hacer el trekking

Al cráter

* Es un trekking de dificultad media para el cráter (2830 msnm) y para la cumbre (2954 msnm).

* Seis km de recorrido ida y vuelta

* 600 metros de desnivel.

* Valor: 12.000 pesos

A la cumbre

* 8 hs total de movimiento

* 12 hs de recorrido

* 750 metros de desnivel.

* Valor: 18.000 pesos.

La información proviene de la excursión que contrataron Aníbal y Fernanda con Nortrekk expediciones. Su responsable Cristian Norambuena afirma que el sevicio incluye dos guías titulados y habilitados, bastón por persona, equipo de seguidad y primeros auxilios, seguro por persona y servicio puerta a puerta. La actividad se hace con un mínimo de cuatro personas.

«Remarco lo de guías titulados y habilitados ya que hay guías que ofrecen las excursiones sin cumplir con estas condiciones. Lo vengo denunciando hace mucho tiempo. Es necesario que haya más controles«, señala.


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