al Cine Teatro Español

Para tocar Pink Floyd hay que ser buen músico. Hay que saber de música, mucho. Pero también hay que atreverse a hacerlo. Y más aún hay que ser artísticamente ambicioso si lo que se busca es reproducir en escena el sonido que la banda inglesa producía para sus discos. Un grupo de músicos patagónicos, que son atrevidos y ambiciosos, decidieron hacerlo. Pero sobre todo se decidieron a hacerlo porque son muy buenos músicos. Créanme que lo son.

Bajo el nombre de Relics interpretan la música de Pink Floyd apoyados en un inusual despliegue audiovisual. Este viernes vuelven al Cine Teatro Español, de Neuquén, después de dos años, para una doble función. La primera, a las 21, sold out hace por lo menos desde hace una semana, y la segunda, a las 23:30, con entradas aún disponibles.

Antes del show, “Río Negro” habló con el Negro Farías, baterista y uno de los padres de la criatura, para conocer detalles del espectáculo y recorrer la historia de grupo.

P- ¿Qué tienen pensado para este show?

R- Esta vez, la propuesta apunta a la cuestión técnica. Vamos a incorporar una visual led que mejora la proyección de nuestros videos que acompañan la música. Vamos a tener cuadros más nítidos y con mayor amplitud.

P- ¿Y en cuanto a lo musical se van a apoyar en algún disco en particular como ocurrió en los anteriores shows?

R- No, vamos a hacer un repaso por sus discos de los 70 y de los últimos que editaron. Empezamos en 2011 con este proyecto y llevamos casi 40 temas interpretados, pero me parece que es más un rollo nuestro que del público eso de ver si repetimos o no una apertura o si tocamos mucho o poco determinado tema. Es más una inquietud nuestra la cuestión de las listas, pero te encontrás con que hay por lo menos veinte temas que no pueden falta.

P- Después de recorrer la discografía de Pink Floyd, ¿hay alguna parte de la obra que aún no hayan abordado?

R- Quizás la más nueva de la banda y otras que son casi inabordables porque representan un viaje muy particular de ellos y ese resultado sonoro es casi imposible, sobre todo la defines de los 60 y comienzo de los 70. también tiene que ver con que esa música nos permita montar un espectáculo y no resulte demasiado densa, mucha música de la banda queda afuera de Relics por esa razón, no tanto por la dificultad de su ejecución. Quizás sea una idea equivocada nuestra, pero de a poco vamos viendo de qué manera incluir esas partes más pesadas. Y la etapa solista de Waters y Gilmour en algún momento la vamos a tocar.

P- Relics es un grupo de músicos reunidos a parir de la obra de Pink Floyd. Desde que comenzaron con el proyecto hasta hoy, ¿cómo evolucionaron como banda?

R- Somos casi veinte personas entre músicos, técnicos, diseñadores y plomos. Nuestra idea desde siempre fue sostener la calidad del proyecto cuidando el sonido, la ejecución de la obra, el lugar donde íbamos a tocar. Son muchos detalles a cargo de muchas personas. Todo eso es Relics. Nos animamos a la música de Pink Floyd y trabajamos para estar a la altura de ese desafío. Es un grupo ultra profesional, y no me refiero sólo a los músicos. Y también funciona porque cuando surge una fecha, Relics es prioridad. Si no, no funcionaría. Y Relics sigue siendo ese proyecto que pensamos en un comienzo.

P- La idea de homenaje les permite ser ustedes interpretando a Pink Floyd, porque el tributo obliga a un réplica absoluta.

R- Claro. Hacemos arreglos muy sutiles en guitarras o corales. No buscamos replicar a los músicos originales.

P- ¿Cuál fue el mejor lugar en el que tocaron, el que mejor resultó para Relics?

R- A mi, el que más me gusta además del Español de Neuquén, es el teatro Municipal de Zapala. Es hermoso, es grande y se usa poco.

P- ¿Qué tan lejos llegaron con Relics?

R- Tocamos en casi todos los lugares de la región y estamos viendo la posibilidad de ir a Chile. El tema es que no es fácil trasladar el espectáculo. Y acá volvemos a las bandas tributo. Una cosa es mover a cinco personas que tocan con cualquier técnico y otra muy distinta es mover a once músicos más diez asistentes y toda la infraestructura que implica este espectáculo. Nosotros no tocamos con cualquier sonido. Necesitamos de todas las partes para que suene así, no hay manera de reducirlo porque ya no sería Relics. Es tan complejo reproducir la música de Pink Floyd que necesitamos de once músicos para interpretar lo que hicieron ellos siendo cuatro. O cinco cuando aún estaba Syd Barret. Todas las propuestas incluían una letra chica que decía “achiquen la banda” (risas). Hasta nos propusieron hacer acústicos, pero tampoco. No podemos reducirnos porque ninguno de nosotros es Waters o Gilmour como para justificar su presencia sin la de los otros músicos. Relics gusta porque su música es ejecutada por los once músicos .

P- ¿Tuvieron en estos años alguna devolución o crítica que los haya sorprendido?

R- Bueno, nos ocurrió que nos encontramos con abuelos lagrimeando junto a sus nietos porque ellos habían visto a la banda en Italia y les recordaba aquellos tiempos. Muchos colegas también elogian la puesta en escena y la propuesta. Esto sin contar que el mismísimo David Gilmour le dio un “me gusta” a uno de los videos de Relics.

Las entradas para la segunda función de Relics en el Cine Teatro Español, a $ 300, $ 370 y $ 450, están a la venta en Todomúsica y en boletería.

Once artistas detrás del proyecto

Ale Sandoval: voz, guitarras y violín

Sebastián Barrio Martín: piano, teclado secuencias

Sergio “Negro” Farías: batería y percusión

Lucas Cocio: bajo

Rodrigo Lara: guitarras

Nico Villagra: guitarras y voz

Pablo De La Fuente: saxo

Kathy Fuentes: coros

Mariana Pessoa: coros

Cecilia Benítez: coros

Mariana Benítez: coros