Opinión: Chocolate amargo
La Semana en Bariloche, la columna de opinión de Daniel Marzal.
Datos
- El Tribunal de Contralor puso en la mira la actuación del gobierno municipal durante la Fiesta del Chocolate 2016.
- Luego de una larga auditoría, el organismo fiscalizador determinó que la contratación de la empresa Powerlink SRL por 1.140.000 pesos constituyó “falta grave” porque el Ejecutivo omitió la licitación el concurso de precios y tampoco cumplió con el trámite obligado para cualquier contratación directa.
- Según la normativa vigente, en este último caso el Ejecutivo debe fundar la elusión del concurso mediante un dictamen legal e informar con antelación al Tribunal.
- La transgresión detectada tiene como responsable directo al secretario de Turismo, Marcos Barberis, quien sería multado en una suma equivalente al 30% de su sueldo. Salvo que convenza a los contralores con el descargo que presentó ayer.
- Powerlink es la concesionaria del salón de recitales y de las dársenas de amarre del puerto San Carlos. Además se aseguró meses atrás la explotación del playón de estacionamiento lindante.
- La comisión de la Fiesta del Chocolate delegó en esa firma la producción del show central, en el que actuó el grupo Marama. El dinero que le asignaron representó el 95% del presupuesto de la fiesta. Una privatización de hecho.
- La resolución que pone en aprietos a la gestión Gennuso fue aprobada por una mayoría que conformaron la vocal opositora Julieta Wallace (FpV) y la presidente del Tribunal, Denise Casatti, electa en la misma lista que el intendente.
- Los dictámenes no aparecieron por ningún lado y, según parece, Casatti se rindió ante los hechos.
- Su actitud independiente viene a ratificar una constante significativa: en los últimos cinco gobiernos (Icare, Cascón, Goye, Martini y Gennuso) los contralores del oficialismo resistieron en algún caso, meditaron largamente en otros, pero terminaron por firmar impugnaciones y sanciones a miembros del Ejecutivo. Aunque vinieran del mismo palo político.
- No hay dudas de que el gobierno debe concentrarse en hacer las mejores fiestas posibles. Pero más aun debería interesarle cumplir con las normas de contratación, evitar sospechas y garantizar la transparencia.
Comentarios