Se desdibujan los partidos políticos

Los partidos políticos están en plena reconversión en Bariloche. Ya no existen los que funcionaron durante décadas al modo clásico, con autoridades legítimas en ejercicio, una sede o comité de referencia (como mínimo), campañas de afiliación y agitados debates abiertos a la militancia.

La elaboración orgánica de proyectos para la ciudad casi no existe y el trabajo militante sólo se pone en marcha en víspera de elecciones. Son varios también los que tienen escasez de recursos y ni siquiera ponen en práctica las normativas internas que obligan a los funcionarios a aportar el diezmo de sus remuneraciones al partido.

El radicalismo fue durante años el más organizado y activo, pero hoy está en franca retracción. Guillermina Alaniz (exconcejal) dijo que por estos días normalizarán autoridades y que acordaron una lista de unidad encabezada por Aníbal Hernández y Ariel Cárdenas, “aunque hay sectores que no participan”.

La anterior presidenta era Hilda Benítez, pero renunció. Alaniz admitió que no tienen comité abierto en Bariloche y que por ahora funcionan en un local de su línea interna, denominada “espacio radical”.

Según dijo, en el último tiempo fue habitual que cuando un sector ejerce la conducción los restantes “vacían” el partido, que ya no tiene el debate interno de otras épocas. El posicionamiento en relación a la alianza con Pro es uno de los temas que divide aguas.

Algo similar ocurrió con el Frente Grande, que mantuvo durante años una “casa” partidaria con fuerte actividad, hasta que la representación local del partido implosionó por las diferencias políticas en torno del gobierno provincial.

Los que se quedaron con el gobernador Alberto Weretilneck formaron Juntos Somos Bariloche, mientras que una fracción minoritaria, con Julio Accavallo a la cabeza, se quedó con el Frente Grande “intervenido” y profundizó la sociedad con el pichettismo.

Juntos no tiene local propio y funciona en la oficina de los legisladores provinciales de esa fuerza, en Pasaje Gutiérrez. El concejal Gerardo Ávila dijo que realizan allí reuniones de militancia cada 15 días y que concurren “entre 30 y 35 personas”. Por ahora carecen de autoridades constituidas.

El PJ tuvo hace dos años una primavera de movilización partidaria, con una interna para la unidad básica de la que participaron tres listas y votaron 1.420 afiliados. Ganó Roberto Camba Delgado, con apoyo de la entonces intendenta María Eugenia Martini. Pero meses después, a la hora de definir las listas para la elección de 2015, se pelearon y la unidad básica quedó reducida al mínimo.

Camba Delgado dijo que realizaban sus reuniones hasta hace poco en la sede de Anasagasti al 200. Pero ahora están en la búsqueda de otro lugar. Aseguró que mantiene trabajos conjuntos con el Movimiento Evita, la Juventud Peronista y algunos gremios.

Pero el grueso de los dirigentes de peso del PJ local le dieron la espalda y se reúnen en el Centro de Encuentro y Reflexión País. “Es extraño, porque la gente que está ahí se autodenomina Partido Justicialista, pero el año pasado no quisieron ir a internas y se presentaron a elecciones con el sello de otro partido”, acusó Camba.

Oficialismo

Pro, que es gobierno a nivel nacional, tiene una mesa provisoria en Bariloche que es presidida por el concejal Daniel González, con la compañía de Carlos Aristegui y Sergio Capozzi, más un representante de la juventud.

Recién el año próximo tienen previsto realizar elecciones internas. Por ahora carecen de sede partidaria y tienen reuniones quincenales en las oficinas de la fundación Pensar.

La única fuerza que hoy mantiene presencia permanente en la zona céntrica es el Partido Obrero, con su pequeño local en la calle Belgrano 21, a tres cuadras del Centro Cívico, donde se reúnen todos los sábados.

La mayoría de los dirigentes del PJ, que gobernó el país y la ciudad hasta diciembre, se identifica hoy con el Centro de Encuentro y Reflexión País.