Un policía admitió haber disparado al extestigo protegido

Alegó que intentó impedir la agresión contra la vivienda de la madre de su novia, emprendida por la familia vecina, que amenazaba con quemar la casa.

Cristian Fabián Juanico nació en una localidad de la Línea Sur. Hace un año que es policía y cumple funciones en la comisaría 42ª. Tiene 25 años, alquila un departamento de la calle Elordi y hasta la madrugada del martes no tenía grandes complicaciones. Todo cambió a partir de una llamada.

Ayer, . La fiscal Betiana Cendón imputó al joven por el homicidio agravado por el uso de arma de fuego de Ricardo Correa Castro y pidió que permanezca en prisión preventiva durante un mes, porque en libertad podría entorpecer la investigación. Lo acusó de haber efectuado la madrugada del martes el tiro que mató a la víctima, de 38 años. El crimen ocurrió en el barrio 270 Viviendas de Bariloche.

El acusado admitió en la audiencia de formulación de cargos haber efectuado un tiro con su arma reglamentaria, pero alegó que repelió una agresión. Relató que disparó en una dirección diferente de la que indicó la fiscal en la acusación. La investigación recién comienza y el juez de garantías Juan Martín Arroyo autorizó dos meses para completarla. Mientras, dispuso que Juanico sea detenido en la comisaría de Dina Huapi hasta el 21 de marzo. El defensor oficial Marcos Cicciarelo estuvo de acuerdo.

El imputado relató que estaba con su novia mirando televisión alrededor de las 0.40 del martes, cuando la chica recibió una llamada de su madre, que le contó que una familia vecina estaba atacando con piedras la vivienda. La joven resolvió ir en auxilio de su mamá y Juanico, que no había estado nunca en esa a casa, decidió acompañarla.

Explicó al juez que aunque no esté en funciones “es obligatorio usar el arma”. Dijo que cuando llegaron a lo de su suegra, había piedras por todos lados y vidrios rotos. El imputado aseguró que el vecino amenazaba desde el patio lindero con que iba a quemar la casa y matar a todos. Declaró que salió al patio para tratar de calmar la situación, pero no pudo. Observó a un hombre. No sabía quien era. Sacó su arma reglamentaria y aunque su intención no era disparar -dijo-, lo hizo. Sacó el cargador, retiró la vaina que había quedado en la recámara y se fue.

Dijo que el martes a las 9.30 se despertó porque a su novia le habían avisado que el vecino se había matado. ¿Dio la novedad a sus jefes de la comisaría 42ª?, le preguntó la fiscal. “No di esa novedad cuando me presento a trabajar”, respondió.

“Existen claras posibilidades de entorpecimiento de la investigación. El imputado no estaba en funciones, pero no deja de ser policía”,

sostuvo la fiscal Betiana Cendón durante la audiencia de ayer.

Un proyectil que atravesó a la víctima

El homicidio de Ricardo Javier Correa Castro ocurrió entre la 1 y las 8 del martes, en el barrio 270 Viviendas de Bariloche. La víctima recibió un tiro que impactó en el brazo izquierdo y le fracturó el húmero. La autopsia estableció que el proyectil perforó los pulmones y el corazón. Quedó alojado en la axila derecha.

Correa Castro fue testigo protegido durante la investigación por el crimen de Natalia Báez, que ocurrió el 26 de marzo de 2016 en Bariloche.

“Se accionó la cola del disparador, me sorprende el disparo y sólo veo el fogonazo. Pensé ‘Disparé’. No vi a quién le disparé”.

El policía Cristian Fabián Juanico admitió su responsabilidad.

Datos

“Existen claras posibilidades de entorpecimiento de la investigación. El imputado no estaba en funciones, pero no deja de ser policía”,
“Se accionó la cola del disparador, me sorprende el disparo y sólo veo el fogonazo. Pensé ‘Disparé’. No vi a quién le disparé”.

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