Los Gatti-Cinquegrani, una antigua familia neuquina enraizada en estas tierras

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La familia Cinquegrani se compuso por don Julián Cinquegrani, genovés, de Pollina, Sicilia, y por Felicitas Diez, española, de la provincia de León. Giuliano arribó a la Argentina en la primera década del siglo XX. Una vez asentado acá, se trasladó a Tandil y luego a Médanos, localidad cercana a Bahía Blanca, y posteriormente ingresó a trabajar al ferrocarril. En Médanos conoció a Felicitas, con la que se casaría. De esa unión nacieron sus cinco hijos:

• María, que formó su hogar con Marcelo Rígano, con el que tuvo dos hijos;

• Julia, que se casó con Sebastián Llamas, con el que tuvo tres hijas;

• Angelita, casada con Mario Pancracio, con el que tuvo dos hijas;

• Ángel, casado con Lala Jacobo, que le dio tres hijos;

• Susana, casada con Oscar Gatti, con quien tuvo tres hijos.

La familia Gatti se formó por el casamiento de Luis Gatti, italiano del Piamonte, de la provincia de Asti, y de Gemma Bianco. De esta unión nacieron Oscar, Juan, Esmeralda y Renato.

Oscar había nacido en Bahía Blanca el 10 de junio de 1925. Siendo muy joven arribó a Zapala, donde trabajó en una cantina (junto a su hermano Renato) en la localidad cercana de Covunco y le daba de comer a los soldados. Posteriormente entró a trabajar en el ferrocarril. Y en su paso por Neuquén conoció a Susana Cinquegrani en un baile del club Pacífico, lugar de encuentros de tantas parejas formadas en esa primera mitad del siglo XX. Susana fue jugadora de básquet femenino de Pacífico allá por 1949-1950 aproximadamente. Ángel, su hermano, era el entrenador. Pareciera que el club Pacífico fue el que produjo tantas satisfacciones a esta familia: ahí se conocieron Susana y Oscar, a su vez Susana fue jugadora y ahora su nieto resalta por sus dotes deportivas.

Se casaron el 12 de abril de 1953 en la capilla De los Dolores, también testigo de los matrimonios del Neuquén del ayer. Recuerda que su hermana María le confeccionó su vestido de bodas. Fueron a vivir a Zapala directamente, por un año.

Cuando regresaron a Neuquén, vivieron en la casa materna de Susana por un año, C. H. Rodríguez 559, y luego compraron el terreno de calle Roca 566 a don Jesús Tito Garrido, al lado de la casa de su hermana María, que se había casado con Rígano, oriundo de Bahía Blanca y arribado a estas tierras por el ferrocarril. Tanto Gatti como Rígano eran conductores del tren, el primero era maquinista e instructor de máquinas diesel en la escuelita de la Fraternidad y el segundo fue maquinista primero y luego inspector de máquinas.

Asimismo, Susana recuerda que su esposo Oscar realizaba instalaciones eléctricas del recordado hospital ADOS, que nació para los ferroviarios.

Susana y Oscar tuvieron tres hijos: Oscar Julián Luis, Eduardo Víctor (Bardi) y Susana Virginia, quienes les dieron nietos, Fabrina Ayelén, Julián Nahuel, Juan Francisco y Matías Oscar, y un bisnieto, Giovanni.

Susy estudió el profesorado en Enseñanza Primaria en la Universidad Nacional del Comahue y desarrolló su carrera docente en la Escuela Domingo Savio, jubilándose como directora en el 2012. Bardi fue preceptor en la EPET 8 (ex-ENET 1) y luego se fue a la EPET 9 de Plottier (1987), siendo subjefe de preceptores. Escuela que hoy, en homenaje a él, lleva su nombre. Oscar trabajó en el Centro de Cómputos de la provincia y junto con Bardi (y otras personas) fueron socios fundadores del Neuquén Rugby Club.)

La Casa Gatti, despensa, fiambrería, verdulería, funcionaba en el domicilio. Allí atendieron durante muchos años, hasta que en 1972 falleció don Oscar y dos años más tarde Susana cerró la despensa y puso una mercería y lencería en la que trabajó muchos años hasta jubilarse y cerrarla.

Susana Virginia, la hija de Susana Cinquegrani, se casó el 4/1/86 con Francisco Tanfulla y tuvieron dos hijos: Juan Francisco y Matías Oscar. Este último, destacado jugador de fútbol de la institución decana neuquina, el club Pacífico. Ganaron la Copa Neuquén Mario Barros 2016 y el ascenso al Federal C.

Familias arraigadas en Neuquén escribieron su historia con su trabajo cotidiano. Sus descendientes acrecientan esa labor y engrandecen su memoria.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256

Beatriz Carolina Chávez

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