“Pensemos antes de hablar”

Para todos aquellos que creen que ser bombero es como ir a pescar o jugar al fútbol, para los que me miran con una sonrisa como diciendo “hay que estar al pedo para ser bombero”, para los que los caratulan como “comeasados”, para los que se enojan cuando le ofrecen un número y para los que dicen “después te aviso” cuando les piden hacerse socio por $ 3 por mes, aunque los bomberos hayan salvado que se queme su casa, su chacra, etc. Como aquel que dijo “ando medio ajustado con la plata” y venía de comprarse todo o de cobrar el sueldo. Para los que dicen que los bomberos siempre llegan tarde, para los que piensan que sólo los de las películas o de las grandes ciudades son los que realmente ponen en peligro su vida. No saben que varias veces al año se enfrentan con garrafas a punto de explotar, humo, monóxido de carbono, altas temperaturas, vapor, depósitos de combustibles o agroquímicos, accidentes de tránsito, accidentes de camiones con productos químicos o residuos que continuamente entran a sus pulmones elevando las posibilidades de cáncer, etc. etc. etc. No pretendo reflejar qué tan mal la pasan, porque siempre se hacen un tiempito para relajarse y hasta sacarse una foto, pero dejan una familia, una novia/o, un amigo, un hijo, un trabajo y mucho más para salvar un bien ajeno que se está quemando o la vida de alguien atrapado entre hierros. Pierden la mayor parte de los fines de semana de su mejor edad en cursos de capacitación, mientras la mayoría de la gente descansa o la pasa en familia; no cobran un solo peso por ello, pero sí muchas veces necesitan un “gracias”. Cuando suena la sirena, muchas veces de noche o de madrugada, pasan frío, calor, hambre, sed, miedo y bronca. Cada 100 personas nace un loco que se hace bombero. Si esos locos no estuvieran, ¿qué haría la sociedad? ¿A quién llamás si se te incendia la casa? ¿A quién llamás si te pegaste una piña con el auto y quedó gente atrapada adentro? ¿A quién llamás si algún familiar se cae en un pozo ciego? ¿Y si hay un suicida en una torre? Porque ya no son más bomberos matafuegos, sino rescatistas de vida. Hoy en día su capacitación comprende temas de historia, productos químicos, hidráulica, psicología, principios y normas, cinemática del trauma; desde todos los tipos de rescates a las más avanzadas atenciones prehospitalarias, pasando por todos los tipos de incendios habidos y por haber. Y no me importa exagerar diciendo que lo único que les falta para ser profesionales es un recibo de sueldo. Antes de criticar a un bombero voluntario argentino, pasen por el cuartel, mientras toman unos mates le explicarán qué es realmente y qué se siente serlo y que ser bombero no sólo es agarrar una manguera y salir corriendo. Daiana Fuentes, DNI 39.650.361 Cinco Saltos

Daiana Fuentes, DNI 39.650.361 Cinco Saltos


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