Responsabilidad de todos

En estos últimos días estamos viviendo una catarata de decretos, tanto del gobierno nacional como de Río Negro, avasallando claramente las instituciones democráticas.

La clase política se ufana de preocuparse por la educación, remarca que es su prioridad y el camino para ser libres. Las políticas que implementa no se condicen con este principio. No alcanza con las estadísticas de repitencia cero, con focalizar el trabajo en las trayectorias escolares individuales, con pagar primero en el cronograma salarial al sector docente, cuando muchos han quedado por debajo de la línea de pobreza de $ 13.155.

El gobierno de Mauricio Macri hasta ahora gobernó para los grupos económicos concentrados. A la hora de la redistribución de la riqueza los trabajadores/as hemos quedado a la espera. La inflación feroz del 2016 dilapidó lo que cada sector pudo conquistar. La mejora en el segundo semestre nunca llegó, ahora la meta se fija para el último trimestre del 2017.

Los tarifazos no contribuyen a bajar los índices de precios, por más que sean graduales arrancamos enero con la suba de combustibles, del transporte público, se viene nuevamente los de la electricidad y el gas. Todo esto se traducirá en más pérdida del poder adquisitivo, más recesión, menos consumo en el mercado interno, desempleo y convulsión social.

Esto no se corrige bajando la edad de imputabilidad a los 14 años, se mejora con políticas claras de contención social, educación, deporte, cultura, formación laboral, y los recursos necesarios para favorecer a una economía social, microemprendimientos y el arranque de las pymes que generen trabajo y dignidad a las personas, con acceso a los servicios básicos.

El gobierno nacional se niega a convocar a paritaria nacional docente. Recordemos que en febrero de 2016 se acordó un porcentaje de aumento salarial y luego no se quería homologar, como pasa con los compañeros bancarios.

En diciembre vivimos el cambio de la ley del impuesto a las Ganancias, hubo un avance mínimo, incumpliéndose las promesas de campaña sobre la eliminación del gravamen al trabajo. A la fecha millones de argentinos seguimos aportando a este impuesto regresivo, que es utilizado para presionar a los gobernadores y lograr obediencia y alineamiento.

Esto último es lo que pasa en Río Negro. Ante el despilfarro de recursos en el 2015, con discursos efusivos de que estábamos en una provincia equilibrada y no necesitábamos de Nación para seguir funcionando, terminamos el segundo semestre del 2016 con atrasos en el pago de sueldos y emisión de letras para financiar los gastos corrientes.

Se exagera con el ajuste de un 20%: en educación faltarán recursos, seguirán las dificultades en el mantenimiento escolar. Se modificó la forma de designar a los docentes suplentes, y esto se traduce en un lerdo trámite burocrático. ¿Esto no es flexibilización laboral?

Nada se dice de la fuga de fondos en los suculentos sueldos de los funcionarios, legisladores, jueces, y los subsidios a las escuelas privadas.

Con la imposición de la reforma secundaria nos quieren hacer creer que se dio la discusión entre toda la sociedad. Sin haber acordado el diseño curricular, el régimen académico, incumbencias, compatibilidades y espacios de formación real, con los cambios en las modalidades e incumbencias de títulos se perderán puestos de trabajo.

La resistencia a esta reforma no sólo es por parte de los trabajadores/as de la educación, sino además de estudiantes, padres y distintos concejos deliberantes, incluidos concejales del partido gobernante en la provincia. Esta imposición también llega a los centros educativos en contextos de encierro, sin poder disimular que todo apunta al achique.

No se entiende la soberbia de las autoridades gubernamentales cuando por un lado sostienen que hay que reducir el gasto público, achicar el Estado, y por el otro manifiestan que aumentarán las horas cátedra y los recursos entre un 25 y 30% del actual presupuesto, sin contar las necesidades edilicias, comedores y transporte escolar en los distintos niveles.

La falta de acuerdos no ha dejado muchas alternativas a los trabajadores, se pasó de los dichos a la acción política de bloquear las asambleas. Esto comenzó a molestar al gobierno a tal punto que sacó al vocal gubernamental Omar Ribodino, quien agredió a un dirigente gremial en San Antonio Oeste.

Los trabajadores/as no estamos dispuestos a soportar el autoritarismo, seguiremos exigiendo una urgente convocatoria a paritaria para debatir la transformación de educación secundaria, aumento salarial de acuerdo a la pérdida del poder adquisitivo real y políticas educativas que contemplen las necesidades de la comunidad.

Mario Floriani

Exsecretario general de

Unter

“No estamos dispuestos a soportar el autoritarismo. Seguiremos exigiendo una urgente convocatoria a paritaria”.

Mario Floriani

Exsecretario general de

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“No estamos dispuestos a soportar el autoritarismo. Seguiremos exigiendo una urgente convocatoria a paritaria”.

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