La creación del Distrito Vecinal Noreste reflejada en un libro

La experiencia es compartida con otras de distintas ciudades del país que formaron parte del Programa de Mejora de la Gestión Municipal con fondos BID. En el caso cipoleño se describe la colaboración entre el Estado y privados para avanzar con la urbanización de 1.900 lotes.

Hace poco más de una década, la municipalidad emprendió un desafío: fomentar el crecimiento de la ciudad para darle una solución al fuerte pedido de los cipoleños que requerían tener acceso a la tierra. El proyecto, que surgió en el 2006, fue destinado a las familias que alquilaban, que no tenían casa propia y que no podían acceder a este beneficio a través del mercado inmobiliario. En ese momento, determinaron que la zona Noreste de la ciudad era el sector adecuado para desarrollarlo, recordó la directora de Proyectos Urbanísticos Especiales de la municipalidad, Adriana Gallinger. Esta experiencia cipoleña forma parte del libro “Experiencias, resultados y aprendizajes de la gestión municipal en Argentina” que fue publicado por el ministerio del Interior de Nación.

El libro reúne los trabajos que se hicieron en todo el país y surge a través de la finalización del Programa de Mejora de la Gestión Municipal, que fue financiado parcialmente con un préstamo del Banco de Desarrollo Interamericano. El objetivo de este programa era mejorar la gestión de los municipios desde un enfoque integral. La publicación sintetiza las experiencias de los municipios y comparte proyectos y herramientas que pueden servir como “casos replicables”, señala el escrito. Este material será distribuido por el municipio en instituciones públicas de la ciudad.

En dialogo con De Cipolletti, la titular del área municipal recordó que la gestión de ese entonces se planteó el desafío de generar tierra urbana para las familias que no podían acceder al mercado inmobiliario tradicional.

La realidad de ese momento era en un punto similar a la de ahora. La ciudad no contaba con tierra fiscal pero además había zona rural que debía ser preservada por su sistema de riego y por la actividad económica ligada a la producción.

Fue entonces cuando a través de un estudio del suelo, detectaron que dentro de Cipolletti había una zona no productiva, ociosa, ubicada en el Noreste de la ciudad. “Había una gran presión social de acceso al suelo (…) ante esta realidad la gestión decidió generar un mecanismo donde confluya la cuestión colaborativa entre el Estado y la sociedad civil”, recordó Gallinguer.

El paso siguiente fue declarar 120 hectáreas de utilidad pública sujetas a expropiación para que se cumpla el objetivo de hacer crecer la ciudad. Las organizaciones en cooperativas y gremios fue la solución para llevar los servicios a ese lugar, remarcó la directora del área municipal. “Nos empezamos a poner objetivos (…) había que pagar las tierras y fue ahí donde surgieron las cooperativas organizadas que juntaron dinero para poder pagar esas tierras”, detalló.

A lo largo de ese proceso se conformaron 38 organizaciones y entre todas ellas se urbanizaron casi 1.900 lotes. Actualmente, el distrito se encuentra en distintos grados de desarrollo. La zona sur es la que está más consolidada. Hay un 70 por ciento de lotes habitados y en construcción.

“No todos los municipios se animan a generar tierra urbana para la gente que no accede al mercado inmobiliario”.

Adriana Gallinger, titular de Proyectos Urbanísticos Especiales municipales.

Datos

“No todos los municipios se animan a generar tierra urbana para la gente que no accede al mercado inmobiliario”.

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