El disparador: Hijo mío

Datos

La voz gruesa del hombre me llamó la atención, y funcionó como excusa para ponerme a escuchar la charla que mantenía con una señora. Estábamos en la Municipalidad de Nápoles, ciudad donde la exageración teatral se impone en el comportamiento cotidiano en las calles.
Al parecer, hacía tiempo que ambos se tenían que encontrar por un trámite. La mujer se excusó: “Estuve muy preocupada, fue imposible venir antes. ¡Querían operar a mi hijo!”. Contó que el gran problema es que no tenía los 6.000 euros que demandaba la cirugía. Por suerte, al final se pudo evitar la operación, aunque igual tuvo que pagar 3.000 euros. “Mi ‘piccirillo’ sigue en tratamiento, pero ya está a salvo”, dijo.
De todas maneras, la señora, de unos 70 años, ahora cargaba con otro drama: “¿Sabés qué? ¡Aún no me dio ni un nieto! ¿Podés creer? Y eso que tuvo oportunidades”. El hombre, más o menos de la misma edad, canoso y panzón, de pronto se mostró excesivamente interesado en la conversación.
–Le encontré dos candidatas, pero con ninguna de las dos funcionó.
–Señora, ¿su ‘piccirillo’ no será gay? –dijo él.
–Nooo, nooo –se alarmó ella, con el énfasis de una actriz.
Mientras especulaba cuántos años podría tener el hijo, percibí que había más de uno prestando atención al diálogo. La risa de la gente alimentó el intercambio del panzón y la señora, que siguieron hablando en voz alta. Incluso, me pregunté si no sería un experimento de improvisación teatral dentro de la Municipalidad.
–Señora, disculpe –siguió el hombre, risueño– pero hay dos posibilidades: es gay o es impotente.
–¡Noooo! ¡Noooo! No digás eso –enfatizó ella.
–O puede ser el síndrome de la suegra: con usted ahí, se inhibió y no pudo.
Ambos, al igual que varios alrededor, largaron carcajadas. Otros, molestos, se pusieron serios y se alejaron. A este punto, más que la edad del hijo me preguntaba cómo haría para salvarse de esa madre. En eso, escuché a la señora comentar: “Bueno, a ver si podemos terminar rápido con este trámite. Tengo que volver al veterinario a ver a mi piccirillo”.

Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios