Un comienzo complicado que generó gran demora

Un comienzo de terror tuvo la octava fecha del Rally Neuquino, en Plaza Huincul.

La primera demora estuvo motivada por la falta de los guardarraíles para controlar la seguridad.

Cuando se solucionaba el tema, apareció un puestero, reclamando dinero para permitir el paso de los autos.

La solución llegó mediante el pago de un dinero, según reconoció el presidente de Appryn-Sur.

Después de una prolongada demora se largó el tramo de Barrio González-Camino de Invierno. Apenas una docena de autos lo completaron, porque el incendio del Renault 18 de Mario Pérez llevó a que se parara la actividad. Las llamas consumieron el auto.

Eso no fue todo, porque faltaba algo más. Una policía apareció en el tramo, asegurando que no tenía ningún informe relacionado con la realización de la prueba. La discusión con los organizadores fue interminable y el desconcierto fue generalizado, porque no había definición.

Como la demora se hizo insoportable porque se tardó en destrabar el problema, se decidió cancelar el tramo y la mayoría de los participantes fueron en enlace hasta la segunda prueba especial en el autódromo, donde todo volvió a la normalidad.

Los problemas del comienzo motivaron una demora mayor a las dos horas, terminando la octava fecha cuando el viento obligó a levantar las carpas.


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