Acacias para aridez

El Jardín de Casa

Las acacias son mayoritariamente arbustos y algunas son árboles, que pertenecen a la familia Leguminosas y a la subfamilia Fabaceas y, al igual que los algarrobos, incorporan nitrógeno al suelo. Según la nueva nomenclatura, este nombre se aplica a numerosas especies mayoritariamente de Australia y Africa y otras de América. Nosotros en jardinería conocemos algunas como “mimosas”, sin espinas, pero desconocemos otras que pueden ser interesantes en calles, parques y jardines xerófilos de nuestra Norpatagonia, porque son características de zonas áridas y semiáridas y entre ellas algunas son resistentes a los fríos de nuestra región, que a campo generalmente rondan los -8ºC. Además De las “mimosas” cultivamos muy especialmente la Acacia bayleyana, que casi siempre es injertada sobre otra acacia resistente y forma un pequeño arbolito de ramas péndulas y espectacular floración en pompones perfumados amarillo oro y el “aromo francés” (Acacia dealbata), que vemos casi siempre como árbol de porte mediano. Otra especie menos común pero también con pompones amarillos es la Acacia cultriformis (“acacia de cuchillos”, por sus hojas triangulares, duras y terminadas en punta), de menor porte que las restantes. Desde hace ya algunos años, se observan en las calles otras dos especies arbóreas, la “mimosa dorada” (Acacia longifolia o Acacia trinervis) y la Acacia floribunda o retinodes que forma arbolitos con ramificación muy baja, casi arbustos y podría ser ideal para cercos de hasta 3 o 4 metros de alto. Es notable la escasa difusión que esta familia de arbustos y árboles tiene en nuestro país, por lo que se debería comenzar a introducirlas o reproducirlas por semilla para probar su adaptabilidad a nuestras condiciones ecológicas y necesidades, tanto en ciudades como en los puestos de la amplia meseta patagónica, tarea que correspondería a organismos oficiales.